8. La Chica de Venice.

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Wolfgang

¿Cómo es posible que haya sido tan descuidado?

Bellamy tenía razón, lo mío es el basquetbol.

La situación es la siguiente:

Hoy Sof, Hela y yo decidimos venir a Venice a pasar un rato diferente y distraernos.

¿Cuál fué el problema?

Que su servidor acaba de irse de lleno contra lo que puedo ver ahora, es un baño portátil.

Y lo que me preocupa es que debido a un grito que vino de adentro de la caja de plástico pude notar que esta no estaba desocupada, había alguien dentro.

- ¡COÑO E LA MADRE NOJODA! - ¿Nojouda?

- ¡VAMOS A SACARTE DE AHÍ, AGUARDA UN MOMENTO! - Grita una chica que iba pasando cerca del lugar cuando ocurrió el hecho.

¡REACCIONA HOMBRE!

- ¡OK! - Responde la persona que se en encontraba en el baño, ahora puedo reconocer que la voz es femenina.

No puede ser, mamá, papá y mis hermanos van a reírse cuando les cuente esto, aunque también me regañaran por mi descuido.

- Oye. - Dice la rubia que presenció mi metida de pata. - ¿Te encuentras bien?

- Sisi, yo estoy fabuloso, gracias. - Le contesto y relaja su ceño preocupado. - Hay que sacar a quién esté allí dentro, puede tener alguna lesión por el impacto.

La chica asiente y se coloca en la parte delantera del aparato mientras yo me dirijo hacía atrás.

- ¡¿ESTÁS LISTA?! - Pregunto alzando mi voz.

- ¡SI!

Ok, levantemos esto.

Luego de qué, con ayuda de la rubia pude estabilizar el baño portátil me acerco a la puerta, pero no abre, está trancada.

Maldición.

Me tocará abrirla a la fuerza.

- ¡POR FAVOR COLÓCATE LO MÁS LEJOS QUE PUEDAS DE LA PUERTA, ESTÁ TRANCADA! - Exclamé.

- ¡LISTO!

Levanté mi pierna derecha y agarrando un poco de impulso patee la puerta de aquella caja color azul.

¡ABRIÓ!

Aún no he visto mínimo movimiento dentro del artefacto, ahora sin una parte del mismo, cuando...

- Hey, lo siento, pero en verdad me tengo que ir. - Comenta la agradable chica que reaccionó antes que yo al suceso. - ¿Puedes solo?

- Claro, no te hagas lío, nuevamente gracias.

Hace un ademán con su mano y se va en dirección a donde imagino que iba antes de esto.

Ahora si, me centro en culminar de sacar a la mujer que tuvo peor suerte que yo, y eso amigos, es decir mucho.

- Disculpa de verdad, fuí totalmente descuidado al correr. - Le digo a la silueta que puedo ubicar de espaldas al final del objeto, en serio son oscuros estos baños. - Toma mi mano.

- No pues, ya veo. - Está enfadada, pero puedo entenderla, yo también lo estaría.

- Por favor.

- Está bien. - Responde dando vuelta en medio de un quejido.

¿Y si la lastimé?

¿Y si no debí colocar la caja de plástico de nuevo en su lugar?

Naguará, Wolfgang.↬Wolfgang Novogratz.Where stories live. Discover now