Wolfgang
Puedo jurar que no hay nadie más odiado por el mundo en este momento que yo.
Se me perdió el trago.
Y capaz dirán que soy un dramático, pero... No tengo nada con que defenderme.
Ese trago estaba buenísimo, pero que puedo hacer, tendré que buscar uno nuevo.
Y ojo, yo no soy de beber, pero Hela es mala influencia.
Cuando voy a camino adentro veo como se detiene una camioneta muy parecida a la de la familia de Miranda, detengo el paso y veo como baja una pequeña pelirroja y el copiloto baja la ventanilla para despedirse de Gabriela y de... No puede ser.
Diosito, ¿por qué debo ser un simple mortal?
Veo como la pelinegra se despide de sus primos y tomada del brazo de la pecosa emprenden camino hacia la entrada.
¿Qué hice yo?
Salí corriendo a la barra, no puedo recibirla babeando como un tonto, los amigos no hacen eso.
Hombre tengo que ser.
O al menos es lo que nos dicen mis hermanas.
Gabriela
— Voy a la barra, ¿te traigo algo? — Le pregunté a Miri.
— Dale pues, tráeme un mojito. — Hizo un ademán con su mano buscando a alguien entre la multitud.
— ¿A quién buscas?
— Quiero saber si por fin Artemis, Ignacio y yo logramos convencer a Elisa de venir. — Me respondió aún mirando a todos lados.
— Ya verás que si viene. — Dije para que se despreocupara un pelo. — Ya vengo entonces.
— Okis.
Cuando voy llegando a mi destino veo a un chamo alto al que conozco muy bien, y sí, lo reconocí fácil gracias a todas las veces que he tenido que ver su espalda en Sierra Burgues.
Miranda y sus vainas.
— Holis Superman. — Saludé sentándome a su izquierda.
— Gabriela, hola. — Contestó luego de darle un trago a lo que estaba bebiendo y hacerle una seña al bartender.
— Gracias vale. — Así es que me gusta, ganándose a la prima carajo. — Dame una margarita y un mojito, por favor.
— Saliendo. — Me guiño un ojo el moreno.
Coño, hoy se culea.
Veo a Wolfgang algo raro, como concentrado.
— ¿Pasa algo? — Soy salía, ya sé. — Hey.
La que habla con la pared entonces.
— ¿Me hablas a mí? — Acción retardada.
— No chico, al pana invisible que está detrás tuyo. — Bromeé seria. — ¿Me lo presentas? Tiene cara de papeles asegurados.
Negó sonriendo, echo el pendejo.
— No me pasa nada, sólo que debo dejar de imaginarme cosas. — "Aclaró" mi duda.
Quedé igualita.
— ¿Mal de amores? — Sugerí.
— Nah, puras tonterías. — Hizo un ademán con su mano restándole importancia.
Miranda Cristina, ¿sois vos?
— ¿Hace cuánto llegaste? No te había visto. De hecho, tampoco he visto a tu prima. — Ay papá, ya sé quién te aliña caraota.
YOU ARE READING
Naguará, Wolfgang.↬Wolfgang Novogratz.
FanfictionMarico, ¿qué pensarías si te contara que conocí al carajo que me esbarata el piso en un baño portátil teniendo unas ganas de cagar más grandes que el estadio metropolitano? Vainas que sólo le pasan al pato Lucas y a Miranda Cristina pues. ------ cr...