Sueño

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¡Primrose Everdeen! resuenan su nombre en los parlantes ¿Que? En estado de shock veo como todo sucede, los niños alrededor me observan, siento mis piernas al descubierto y observo como el vestido azul de mi madre se mueve sobre mis rodillas. Prim empezó a subir la escalinata 

—¡Prim! — grito con desesperación sin entender lo que sucede pero sabiendo lo que debo hacer—¡Prim!—

La gente me abre paso de inmediato pero mi desconcierto y confusión no me dejó gritar su nombre antes que ella llegara al escenario. Corro hasta donde los agentes de paz me lo permiten

—¡Me presento voluntaria! —grito, con voz ahogada—¡Me presento voluntaria como tributo!—

—Un emocionante giro en el distrito doce— dice Effie Trinket— pero los voluntarios deben presentarse antes que la ganadora de la cosecha llegue al escenario

¿Que sucede? Eso no tiene sentido. Se supone que deben presentarla como ganadora y luego pedirán voluntarios

—No lo escuchaste, llamamos a una voluntaria antes de elegir un nombre de la urna—dice Effie con una expresion dulce

—¿Qué más da?— interviene el alcalde. Está mirándome con expresión de dolor. —¿Qué más da? —repite, en tono brusco. —Deja que suba.—

—No, no, no. No es el protocolo ceremonial apropiado, las reglas estan escritas para respetar.—

Una lagrima solitaria hace su camino en el rostro de Prim, que mira a mis ojos y mueve su cabeza de un lado a otro intentando evitar que los agentes de paz me hagan daño.

—¡PRIM! ¡PRIM!— Grito mientras los agentes me sacan a rastras del lugar y entre la multitud siento a Gale empujarlos y tomarme en sus brazos mientras me guia hasta mi madre. Esto no es real, no sucedió asi ¿Que fue lo que pasó? ¿Esto es una pesadilla? Intento recordar algo de esa realidad paralela, algo que haga que vuelva a la conciencia y despierte, pero nada sucede

—¡Qué día tan emocionante!—exclama Effie mientras las lagrimas bañan mi rostro, intento de contenerlas porque no quiero que Prim me vea de esta manera —¡Pero todavía queda más emoción! ¡Ha llegado el momento de elegir a nuestro tributo masculino! Pero antes de eso, me pregunto si el distrito doce enviara un voluntario... No, oh bien— dice ella decepcionada, su mano busca una papeleta en la urna y al encontrarla lee en voz clara— Peeta Mellark.—

—Oh, no . Él no.—Pienso y siento como se me estruja un poco el corazón, pero no se debe a mi deuda con él, no se debe al hecho que no puedo desearle la muerte a un muchacho que salvo nuestras vidas...Lo conozco, siento que debería estar ahi para acompañarlo, pero es imposible ya que nunca hemos hablado, Peeta Mellark es un desconocido

La despedida de Prim me desgarra por dentro, no hablamos de los juegos ni de las tacticas, solo la abrazo y le digo lo mucho que lo siento, y que debería estar en su lugar y esa sensación de estar viviendo en una realidad alterna se hace mas fuerte, así que mientras la tengo en mis brazos cierro los ojos y ruego despertar. Al sentir con claridad el calor que irradia de su cuerpo, el olor de su cabello, la textura de su ropa, me doy cuenta que esto no puede ser un sueño. Sin embargo al estar hipervigilante de mi entorno siento como si hubiera vivido esto muchas veces, decirle adiós a Prim, sentir que no volveré a verla jamas. Esto tiene que ser una pesadilla

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Me obsesiono con mirar cualquier transmisión de los juegos, al  observarlas tengo la certeza que Prim continua con vida. Ella a diferencia del muchacho que es su compañero tributo no ha causado una impresión duradera, es solo una pequeña, tímida y puedo ver que se esfuerza por esconder su miedo pero no lo logra por completo. En cambio Mellark parece haber nacido para las cámaras, las pocas imágenes que muestran de él indica que es un muchacho fuerte y determinado, y cuando llega a su entrevista con Caesar Flickerman, tienen interacciones  con naturalidad, la audiencia lo ama 

Secuelas: La Vida después de la GuerraWhere stories live. Discover now