Secuelas: La Vida después de la Guerra

Mudanza

La habitación de Willow Everdeen estaba en orden, lo que hace más fácil el trabajo de clasificar sus pertenencias para dar lugar a las mías. Katniss está sentada en la cama doblando algunas prendas cerca de ella, mientras yo estoy en un taburete frente a Katniss ensamblando y sellando cajas. Logramos llenar cuatro de ellas con la mayoría de las pertenencias de la señora Everdeen. Cuando empezamos esta tarea asumí que las enviaríamos al distrito cuatro, las últimas noticias que recibimos de ella indicaban que se encontraba allí, pero Katniss tenía razón hace meses que no recibíamos novedades.

-No sabemos si sigue allí, pudieron haberla trasladado a otro distrito para instruir más sanadores- respondió cuando empecé a sellar otra caja.

- Podríamos llamar al hospital en el distrito 4, o podría hablar con Annie...- Katniss deja de lado una camisa y me observa con detenimiento. Cierra sus ojos y suspira

- No, es más fácil donar todo esto. Si no vino por sus cosas es porque no las necesita, o no las quiere- contesta con voz monótona

-Puedo ser yo él que hable con ella.
- insisto - Tal vez quiera venir, y verte

-No lo hará. Donar todo, así es más facil- repite mientras arruga una bufanda en sus manos. Levanta la mirada y sus ojos tristes encuentran los míos. No está llorando. Y a pesar que sus ojos reflejan tristeza su voz tiene amargura y enojo - No quiero volver a verla. Fue su culpa

No es necesario que diga más, sé que habla de la muerte de Prim.

-No fue su culpa, Coin...

- y Gale...- me interrumpe casi en un susurro- Los tres tienen su parte de responsabilidad. Pero ella en mayor parte ¿Por qué permitiría que Prim fuera al Capitolio?

- Tal vez no lo sabía, tal vez no le dieron opción. Sabes que Coin no preguntaba o pedía permiso, ella solo demandaba- respondo recordando que no tuve opción cuando la presidente Coin me envió a la misma unidad de defensa que Katniss

-Ella no debería haberse alejado de Prim en ningún momento, y eso es todo lo que se y necesito saber. Estábamos en guerra y dejo a su hija, una niña, sola, que tomara decisiones adultas- dice mientras continúa doblando ropa e introduciendolas dentro de una caja, pero su amargura ahora también está reflejada en lo torpe y apresurada que realiza su tarea.

No me siento con derecho a cambiar su opinión o defender a su madre. Katniss tiene razón Prim tan solo tenía trece años, no debía estar en una zona activa de enfrentamientos. Es cierto que a Coin no le habría importado que la madre de Katniss se negara a enviarla allí, pero podría haber estado junto a Prim, no tendría que haberla perdido de su vista.

- Ahora después de tanto tiempo para pensar en todo lo que pasó- continúa mientras mira el piso- Entiendo que Coin envío a Prim con el propósito que muriera, quería que perdiera la razón y que todos lo vieran. Sabía que no la apoyaría cuando llegaran las elecciones. Ella fue la principal responsable- dice mientras levanta la mirada y seca una pesada lágrima que logró infiltrarse- pero mí madre, mí madre olvidó como cuidar de nosotras hace tiempo y a pesar de ver todo lo que pasaba decidió dejar a Prim sin supervisión, ella también es culpable. Y...y...- tartamudea mientras su voz se quiebra, pero aún contiene el llanto, solo existe esa lágrima traicionera logró escapar a su voluntad.

- y Gale- digo intentando de ayudar a qué las palabras consigan escapar de sus labios

-Gale- dice seguido de una pausa -No guardo tanto resentimiento hacía él, pero fueron sus trampas, sus invenciones. Estaba tan cegado, solo pensaba en matar a los aliados del Capitolio, matarlos a todos...- comenta más para ella misma

-Todos matamos a alguien. Tu. Yo. Gale solo cumplía su trabajo- Aún se que existe la oportunidad que regrese, que le dé la vida normal que merece. Katniss se acerca más a mí y toma de mí mano mientras me mira con seriedad