Sailor Star E (Captain Tsubasa).

2# Charlas entre amigas.

Narrador omnisciente:

-Se encontraba una joven castaña corriendo a toda velocidad por las animadas calles de Tokio, su corazón palpitando fuertemente en su pecho mientras la adrenalina la empujaba hacia adelante. De repente, chocó con alguien, provocando que ambos cayeran al suelo:

Wendy: ¡Lo siento mucho! Venía apurada y no…-Se disculpó con rapidez, notando su error al levantarse apresuradamente.

Taro: ¿Wen? ¡Lo siento! Yo también venía distraído-Dijo, sorprendido, mientras la ayudaba a levantarse con una ligera sonrisa de disculpa en su rostro.

Wendy: No pasa nada...yo estaba igual-Respondió con amabilidad, tomando su mano y poniéndose de pie, todavía un poco aturdida por el repentino impacto.

Taro: A todo esto, ¿Qué hacías corriendo tan rápido?-Preguntó con una mezcla de curiosidad y preocupación en su mirada.

-Antes de que Wendy pudiera responder, de repente, Mokona llegó corriendo, con una expresión de urgencia dibujada en su rostro, interrumpiendo la conversación:

Mokona: Wendy, no hay tiempo que perder. Tenemos que buscar a Emma-Dijo, reprendiéndola suavemente pero con firmeza.

Wendy: Es cierto. Taro, Emma desapareció de casa y mis papás ni yo sabemos dónde está. Por eso la estamos buscando-Explicó rápidamente, reanudando su carrera con renovada urgencia.

Taro: ¡Oh, no! ¿No la habrá secuestrado el extraño del otro día?-Preguntó con creciente preocupación mientras aceleraba el paso para seguirle el ritmo.

Wendy: No lo creo. Pero no podemos descartarlo aún-Respondió, frunciendo el ceño mientras apretaba los labios.

Mokona: De todas formas, no me parece seguro que ande sola por las calles. Puede ser peligroso-Opinó mientras corría junto a ellos, compartiendo la creciente preocupación.

-Tras unos minutos corriendo entre el bullicio urbano, los dos castaños finalmente llegaron a un parque. Desde la distancia, vieron a Emma sentada en un columpio, balanceándose lentamente. Se acercaron con cautela, sin querer asustarla:

Wendy: Emma-Llamó dulcemente, su voz suave como un susurro, pero no obtuvo respuesta.

Taro: Emma+Intentó llamarla él, con un tono más firme, pero tampoco hubo reacción.

Wendy: Emma, ¿Por qué te fuiste sin avisar? Todos nos preocupamos mucho por ti-Preguntó con voz temblorosa, su preocupación y tristeza evidente en sus ojos.

Emma: Déjenme sola, por favor-Respondió, con las lágrimas ya rodando por sus mejillas.

-Viendo esto, ambos jóvenes se preocuparon aún más. Taro se arrodilló cerca del columpio, tratando de conectar con la pequeña:

Taro: Emma, vamos a casa. Yo te llevo, ¿Sí?-Dijo con cariño, extendiendo su mano hacia ella.

Emma: Sí, vamos-Aceptó finalmente con un suspiro, bajándose del columpio lentamente.

Taro: Así se habla, eres una buena niña-Dijo con una sonrisa para animarla.

-Sin embargo, cuando Emma tomó su mano, Taro tuvo la misma visión que el día anterior, pero esta vez las imágenes pasaban aún más rápido por su mente, haciéndolo tambalearse:

Wendy: ¿Qué pasó, Taro?-Preguntó alarmada al notar la expresión aturdida en su rostro.

Taro: No, no es nada, Wen-Contestó rápidamente, tratando de ocultar su preocupación mientras abrazaba a la pequeña castaña con mechas rosas.

-Tras esto, los tres jóvenes se dirigieron de nuevo a la casa de la familia Torres. Una vez allí, María y Darío regañaron suavemente a Emma por salir de casa sin avisar, pero agradecieron profundamente la ayuda de Taro: