Omega (A)típico [NoRen]

UNO

Renjun ha vivido en la soledad del bosque desde que tiene memoria. De hecho, nació en el seno de dos padres Beta y un abuelo demasiado Alfa, que parecían más interesados en las fases de la Luna que en cualquier cosa relacionada con la tecnología.

Su abuelo no vivió más allá de sus 8 años, cuando pareció ser su momento de partir hacia el más allá, o volverse un ser de luz, como sus padres solían decirle. Por suerte, su abuelo siempre se encargó de enseñarle lo que había que saber sobre el bosque y aquello que le rodeaba. Renjun aprendió a seguir rastros por el olfato, acechar un animal en silencio, desollar y curtir pieles de animal para hacer ropa o mantas, diferenciar entre plantas venenosas y plantas medicinales, entre otras cosas.

Sus padres y él enterraron a su abuelo en el patio trasero de su casa, sabiendo que su espíritu los cuidaría de fuerzas ajenas y peligrosas. Le hicieron una oración para que la Diosa guiara su camino, y Renjun le cantó una canción en el idioma de la Luna.

Desafortunadamente, sus padres murieron un par de años después, cuando Renjun tenía 12 años y acababa de presentar como Omega meses antes. Renjun también oró por ellos, enterrándolos junto a su abuelo, y cantándoles una preciosa canción en el mismo idioma desconocido.

Sin embargo, Renjun no fue dejado a la deriva o sumido en la ignorancia, sabiendo todo lo que debía saber sobre el mundo que le rodeaba. Sabía cazar, rastrear, cosechar, cocinar y limpiar. Sabía cómo protegerse de desconocidos, adornando los límites de su territorio con huesos de los animales que cazaba y sus cráneos. Podía diferenciar entre dos plantas idénticas y descubrir la venenosa, podía hacer tés con casi cualquier tipo de flor o hierba. Era conocedor de las bayas más dulces y frescas, y tenía un don excepcional para aprender rápidamente cualquier cosa.

Renjun siempre había tenido una mente particular, ya que podía recordar todo lo que se instalaba en su cerebro y realizar todo tipo de tareas con al menos una explicación solamente. Renjun solía anotar cada conocimiento que albergaba su mente o que sus padres le enseñaban para su madre, quien era propensa a olvidar y ser muy distraída.

Su madre era una experta en el idioma de la Luna, sus fases, la conexión del bosque y uno mismo, y se encargó de transmitir esos conocimientos a Renjun, quien se volvió tan experto como ella en escuchar a la Luna y oír los susurros del viento.

Él y su padre, quien era un gran amante de las plantas, iban casi a diario al interior del bosque a encontrar nuevos especímenes de hojas, hierbas y flores; distinguiendo el ligerísimo aroma a peligro que emanaban las más venenosas

Renjun recuerda una vez en particular, cuando encontró una flor de un color rosa chillón, dispuesto a tomar un pétalo y llevarlo como muestra a su hogar. Su padre lo había detenido de inmediato al verlo, explicándole la función de la flor.

"―Escucha, Renjun, ¿hueles esta flor?, ¿notas que tiene un aroma muy bonito? Es sumamente peligrosa. Su aroma no advierte a los extraños, y puede ser mortal para quien no conoce de ella. Sus pétalos pueden paralizarte y obstruir tus pulmones, pero las hojas de sus tallos pueden curar casi cualquier enfermedad. Si algún día deseas utilizarla, recuerda tomarla de raíz."