5• Tanner

121 32 27
                                    

Me espera un largo día, hoy tengo taller extra de fotografía y también una clase de diseño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me espera un largo día, hoy tengo taller extra de fotografía y también una clase de diseño. Pensé en tomarlas en el próximo semestre; no obstante, necesito distraerme para no cometer errores. Son los talleres en los que Alina no se inscribe.

—¡Hola, Tannito!

—Hola, llegaste temprano.

—Tuve que salir antes de casa, comenzarán a pintar. ¿Tú que haces aquí?

—Necesitaba un libro, fui a biblioteca—Me excuso.

—¿Historia del arte? —Interroga observando mi mano.

—Sí, ¿quieres revisarlo?

—No —Sonríe—. Es que tú odias esa materia.

—Por eso pedí el libro. Mientras más rápido haga los apuntes, mejor.

Llegué temprano a la universidad con dos objetivos. El primero, buscar un libro; el segundo, hacerle un pequeño regalo a Alina. A las 8:00hs tiene su primera clase. Salón 107, Antropología.

Su pupitre es el quinto de la tercera fila, donde el sol no molesta demasiado y la pizarra se ve a la perfección. Toma las clases en horarios diferentes a los míos, lo mismo ocurre con los talleres. No me servía de nada verla suspirar por Ajax, prefería apreciarla a lo lejos. Y ni esa lejanía me impidió conocerla.

Nunca me he acercado a ella, mi voz es una incógnita dentro de su círculo de compañeros. Quiero que sepa que existo, pero no quiero que me rechace en un momento como este. La ruptura con Diago tomó eco distorsionando los hechos. Ahora resulta que Gastrell fue una pésima novia para el pobre idiota. No lo voy a permitir, no quiero que se sienta mal; al contrario, empezaré por alegrarla con un pequeño detalle.

Sobre su pupitre, y sin que nadie me viera, dejé una cajita con una linda tarjeta. Espero que llegue antes que el resto de sus compañeros.

—¿Qué tienes? Pareces nervioso—dice Thomas.

—Tengo hambre, ¿vamos por un café? —propongo.

—De acuerdo—ríe.

El aula 107 se encuentra cerca de la cafetería. Si nos ubicamos en una de las mesas hacia el pasillo podré ver a Alina al ingresar.

Pedimos un café para llevar, aun así, decidimos sentarnos. Thomas queda de espalda hacia el pasillo, y frente a él tengo la oportunidad de ver con precisión.

—¿Pensaste en algún proyecto? —Inquiere para entablar conversación.

—Todavía no, pero hay tiempo para eso. Tenemos más de un mes para presentarlo.

—¿Tanner Crusoe dejando todo para último momento? Imposible—Ironiza sabiendo que siempre planifico mis trabajos con tiempo.

—¿Vendrás a casa?

—Si quieres voy esta noche, mi amor —susurra para que nadie escuche.

—Serás como mi esposa —Sigo su juego—. Te ocuparás de limpiar, cocinar y todo eso.

—Es gracioso que te hagas el retrógrado cuando presentaste un trabajo de empoderamiento femenino en el arte y...

—¡Silencio, idiota! —Lo interrumpo, y observo para constatar que nadie se encuentra cerca—. Es anónimo.

—No tiene nada de malo. Estoy pensando en decir que fui yo —arquea sus cejas—. ¿Qué te parece?

—Haz lo que quieras—bufo.

Alina ingresa al aula, apenas alcancé a verla por estar hablando con Vaughan. ¿Cómo reaccionará ante mi regalo? ¿Hice una buena elección?

El inquieto de mi amigo llama mi atención al no dejar de hurgar dentro de mi mochila.

—¿Qué haces, Thomas? Pareces un perro escarbando en el jardín.

—Mi bandana roja, ayer la guardé en tu mochila.

—¿En qué momento? ¿Por qué guardas tus cosas en mi mochila?

—Fue una urgencia —Se excusa—. Ya dime donde está.

—Te juro que no la he visto. Tal vez se cayó en mi cuarto cuando saqué los libros.

—Puede ser —murmura pensativo—. ¿O no la guardé aquí?

—¡Yo qué sé! Llevas otra en este momento.

—Pero la roja es mi favorita, Becky me la regaló.

—¡Ya tienes que superarla! —Llevo mis manos a los ojos con hastío.

—¡No puedo! Algún día vas a enamorarte y querrás hacer hasta lo imposible para ser el indicado.

—Ella no es la indicada para ti —digo como tantas veces —. El problema no eres tú, es ella. No tienes que hacer nada, Thomas.

A lo lejos escucho otra discusión; se trata de Diago y Alina. ¿Y ahora que sucedió? Esos dos no se cansan de pelear desde hace más de una semana. Él insiste demasiado, ella está harta.

—Gastrell parece sacada de sus casillas—comenta mi futuro compañero de hogar.

—Detesto estos espectáculos—digo al levantarme con mi vaso de café en mano—. Mejor me voy a clases.

Tengo todas las intenciones de salir por la puerta contraria con tal de no verle la cara a Ajax; sin embargo, no puedo evitar echar una última mirada hacia la castaña preciosa que discute con él.

Una bandana roja se encuentra en sus manos. Lo está acusando de vigilarla tras encontrarla tirada en su jardín.

<<Mi bandana roja, ayer la guardé en tu mochila>>

¡No, no, no! ¡No puede ser!


...

Hola! ¿Cómo están? Decidí publicar capítulos TODA ESTA SEMANA. 

Gracias a las personas que están comentando y votando, me animan a continuarla. 

Les mando un besote enorme. 

JK 💜

Ente anónimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora