Una prima muy especial

Jugando con Jannet

Estar en el zapato de Jannet no era tan malo.

Era muy diferente a la otra vez. Esta vez su pie estaba cubierto por la calceta blanca que había elegido.

Tenía un poco más de espacio pero aún así, decidí estar cerca de sus dedos, porque el aroma era muy agradable. La crema de ayudaba mucho al ambiente. Era un aroma que no puedo explicar.

Mientras más caminaba, el aroma era más alucinante. Era la combinación perfecta. Su crema combinado con el sudor... Era un aroma que no puedo explicar.

Al cabo de un rato, ella saco su pie por un momento. Me di cuenta que estábamos en su casa, y para ser más concreto, en su habitación.

Estaba guardando algunas cosas en una mochila, como ropa pero antes de ver que otras cosas metía, ella volvió a meter su pie en el zapato.

Por poco quede aplastado por su planta del pie.

Luego, volvió a caminar. Desde mi perspectiva, creo que había ido a su casa por ropa y volvio a mi habitación para dejar las cosas que ella había tomado.

Pensé que solo sería una caminata rápida, pero siguió caminando.

No me quejo, el aroma era lo mejor.

No tenía la menor idea de dónde estaba Jannet llendo.

De vez en cuando, la escuchaba reír, pero no tenía la menor idea de porque se reía.

Al cabo de un rato, ella se sentó y empezó a mover el pie, ya saben, a jugar con sus pies.

De repente, ella se quitó el zapato dónde estaba y pude ver que estaba hablando con otra chica. Era muy bonita, pero casi no pude verla porque Jannet estaba metiendo su pie.

A veces lo metía completo, otras veces era a medias y otras lo ponía encima del zapato.

Ellas se la estaban pasando bien, pero creo que a Jannet se le olvidó que tenía que tener cuidado conmigo.

La situación estuvo así durante un rato, hasta que Jannet volvió a meter su pie completo al zapato y volvio a caminar.

Según reconocí, creo que ellas estaban en una plaza, y creo que reconocía el banco (asiento) dónde estaban sentadas.

Estuvieron caminando (creo, ya que de repente escuchaba risas) hasta que bajo el ritmo Jannet.

Fue más lento y de repente, ella se quitó el zapato y me coloco en la mesa de mi cuarto.

-" Hola primito, ¿qué tal tu día?, En verdad hueles un poco extraño-" me dijo Jannet.

-" Es verdad, pero fue la mejor experiencia de mi vida-" dije

-" Aún no ha acabado, de hecho, apenas va a comenzar-" me dijo Jannet.

Ella se levantó y parecía que estaba acomodando unas botanas para ver una película, pero también trajo unos controles de videojuego.

-" Tengo una idea que te va a encantar, y se que no te vas a negar, porque lo he visto en tu computadora-" me dijo Jannet.

Entonces, ella me coloco en el piso y me rodeó con sus calcetas blancas, que ya se veían un poco sucias. Me rodeó con ellas y me estuvo aplastando con ellas muy lentamente.

Jugamos así durante un rato hasta que ella me dijo que estaba muy aburrida, por lo que trajo el juego que siempre jugábamos.

Era un juego de peleas, el Smash Bros ultimate.

Siempre jugábamos cuando venía, pero ella no era muy buena, pero ella disfrutaba jugar conmigo.

-" Yo no puedo jugar de mi tamaño-" le comenté.

-" Tontito, eso ya lo sé. Yo voy a jugar un rato, pero tú vas a pasar otro rato viéndome jugar-" me dijo Jannet.

Entonces, ella se quitó un calcetín y me metió dentro de él.

Caí hasta la punta de él.

-" Dime, ¿puedes ver a través de él cierto? -" me dijo Jannet mientras metía un ojo en la calceta.

-" Claro que si-" le dije.

Tuve la suerte de elegir una calceta que me permitiera ver cosas desde adentro.

-" Muy bien, porque esa será tu vista para verme jugar-" me dijo Jannet.

Ella solo lo olfateo un poco y me dijo que en verdad apestaba, pero era algo que yo quería, por lo que de repente, ella metió su pie y me dejó en la zona más alta.

Estaba en sus dedos.

Acto seguido, ella se sentó en mi cama y empezó a jugar. Podía verla jugar, tanto la pantalla de juego como a ella sosteniendo el control.

Comencé a oler sus dedos y a frotarme con ellos.

Ella se reía y movía los pies. Los frotaba para que el olor aumentará.

Y si, en verdad aumentaba el olor.

Fue una cosa que no podía imaginar. No sabía que otra cosa podía mejorar la situación.

Hasta que algo sucedido...