Una prima muy especial

En sus pies

Estábamos pasando un buen rato hasta que sonó el timbre de mi casa.

En ello mi prima se emocionó y se levantó de golpe. Como dejó caer su pie rápido, me aplastó por un momento.

-" Ya está aquí, tengo que preparar las cosas-" dijo Jannet.

Escombro un poco la mesa de las botanas y trajo una cinta adhesiva transparente. No sabía el porque querría eso, pero no le di mucha importancia.

Lo único malo fue que como se movía rápido, dentro de su calceta era un caos.

En un momento, ella se puso los zapatos, ignorando que yo estaba dentro de su calceta.

Corrió y grito de la emoción. Ya que estaba emocionada salto mucho. Podía escuchar a alguien entrar.

No podía escuchar tanto, ya que el zapato no me lo permitió.

Luego de un rato se movió y se detuvo.

Parecía que ella estaba sentada, pero movía mucho los pies.

Luego de un rato, parecía que había cruzado las piernas.

No sabía que estaba pasando.

De repente, ella empezó a jugar con el zapato dónde estaba. Lo sacaba y lo volvía a meter.

Luego de un rato, ella saco el pie del zapato y lo coloco en la alfombra.

Ya podía ver que estaba pasando.

Tenía una vista desde el suelo de lo que estaba pasando.

Ví a mi prima (obviamente) y a otra chica. Ya que estaba a fuera, reconocí la voz. Era la misma chica del centro comercial.

Tenía puestas unas calcetas iguales a las de mi prima, y al igual que ella, se veían sucias.

Estaban hablando mucho, y eso significaba que mi prima estaría moviendo sus pies.

Luego de un rato, la amiga de mi prima tomó un control y se puso a jugar.

Ya que no tenía de otra, seguí oliendo los dedos de mi prima.

Respecto a la otra chica, tenía puestas unas botas negras, pero podía ver las calcetas, por ese motivo reconocí que eran como las de mi prima.

Estuvieron así un rato hasta que la amiga de mi prima también se quitó las botas. Eran muy bonitas, de hecho me hubiera gustado estar dentro de ellas.

Respecto a las calcetas, en verdad se veían muy tentadoras de oler.

Seguí acariciando los dedos de mi prima hasta que note que el olor había aumentado. Era a causa de los pies de su amiga. Ella había acercado sus pies a los de mi prima.

No podía dejar de temblar de la emoción.

Luego de un rato, parecía que ya habían agarrado confianza, por lo que mi prima subió sus pies a la mesa al igual que su amiga.

Mientras olía sus pies, descubrí que su amiga se llamaba Paula.

Ambas juntaron sus pies mientras jugaban, por lo que tenía ambos pies rodeandome.

También jugaban con sus pies. Los frotaban entre ellos y eso provocaba un olor muy genial.

Ellas se divertían mucho, al igual que yo.

No tenía la menor idea si mi prima le había contado sobre mi encogimiento, por lo que espere a que me mencionarán en una conversación.

No salió nada de mi, y me estaba muriendo de sed. A la mala, volví a tomar del sudor de mi prima. El calor era mucho, había sido un día caluroso.

Estuve acostado en sus dedos hasta que Paula le dijo algo a Jannet.

-" Entonces, ¿Es verdad que tu primo no está en casa? Eso significa que tienes casa sola -" dijo Paula

-" Si, pero solo está noche, no sé cuándo va a regresar-" le dijo Jannet a Paula.

Por un momento me sentí aliviado, hasta que de la nada se rieron las dos.

Entonces, pasaron el juego y ambas juntaron sus pies. Me estaban apretando muy fuerte.

-" ¿Enserio lo tienes en tu calceta?-" dijo Paula.

-" Si, y le gusta el olor-" dijo Jannet.

Ambas estaban riéndose y yo me sentí traicionado, porque mi prima le contó el secreto a alguien.

-" Descuida pequeño, no le voy a contar a nadie. Jannet me contó si quería ver algo asombro y no me decepcionó-" dijo Paula.

Estaba impresionado, ya estaba preparado para volver a la normalidad, hasta que mi prima me saco del calcetín y me dió a Paula.

-" Cielos, en verdad eres real, y ¿todo este tiempo has estado en esa calceta? Mira, estoy toda sudada no quiero imaginar el olor de su pie de Jannet-" dijo Paula.

Tenía razón, la calceta estaba muy húmeda.

Me dió un poco de agua y me sostuvo.

Ya sabía que era un descanso, pero de repente ella se quitó la calceta y me metió a dentro.

Estaba más húmeda y más olorosa que la de mi prima, y tal vez era por las botas de ella.

-" Descuida, ya se que te norias por estar adentro, por lo que es mi turno-" dijo Paula mientras se metía la calceta en el pie.

Volvieron a jugar en la consola solo que a veces se frotaban los pies.

Estuvimos de esa manera un largo rato.

Ya en la noche, ellas dejaron de jugar.

Me sacaron de la calceta y me contaron que ya era hora de dormir.

-" Cielos, en verdad hueles muy mal-" dijeron ambas

-" En la mañana vas a tomar un baño-" dijo Jannet.

En lo personal no me importaba, ya había cumplido mi fantasía.

Ellas iban a dormir en mi cama, y yo, como saben, en un zapato de ellas.

-" Descuida, sabemos que es lo que quieres-" me dijo Jannet.

Entonces, ella se quitó las calcetas que tenía, al igual de Paula. Las metieron unas con otras y me metió en ella.

Mientras me movía en ellas, me contó que me iba a dejar en una de las botas de Paula. Ya no podía pedir más.

Y fue entonces que nos fuimos a dormir, solo que fue una noche larga y calurosa...