Capitulo 8

2.7K 253 107
                                    


Era una mañana no tan ajetreada, pero cambio cuando recibió la señal por radio, no era muy raro encontrar casos tan extremos en una ciudad tan concurrida como lo es Tokio, él lo sabía muy bien, ha visto de todo, y escuchado también, lastimosamente no tenía tiempo para derramar lágrimas, era estresante tener las cosas tan de frente y tener prohibido reaccionar a ellas, el impulso definitivamente no le ayudaba, tenía que ser firme

— General, tiene que ver esto, es 10-18

— 10-4 compañero, cambio

Parece que el café tendrá que esperar, no era una buena señal, en la ciudad suelen cometerse muchos crímenes, pero para que se requieran refuerzos y una supervisión mayor debía ser grave, llevaba algunos años trabajando en el cuerpo policial en Tokio, al parecer hubo un caso criminal en alguna parte del distrito, como general tenía que ir para poder obtener información y pasarla a la dirección general de investigaciones

Era jefe de la división 1, la que se encargaba del crimen, por ello los horrores que se podían ver ya no le causaban nada, son los años y la experiencia lo que puede matar la inocencia de una persona, tuvo que sobrellevarlo, algunas veces también necesita terapia, las pesadillas le causaban ojeras y sus fantasmas le perseguían diario, esa era su vida diaria

Manejo de un punto a otro, suele poner música no tan alta para ir tranquilo, un hombre de seguridad le decían, sinceramente no es que tuviera muchos años, era joven, los 25 apenas le llegaron, pero su aspecto y tamaño te decían que era alguien de 30 y más, aunque su actitud cuando le conoces era hecho de caramelo y osos de peluche, pero cuando se trata del trabajo hay que progresar

Cuando llego al lugar del crimen pudo ver cintas y hasta parecía que taparon toda la entrada del callejón, de frente se podían ver guardias y una cara que bien conocía, para él era su amigo y compañero de trabajo, aunque tienen la misma edad su amigo parecía más joven, que desgracia de la vida para él, aunque no le importaba tanto, bajo sin apuro y saludo a la poca distancia, Iwazumi su compañero y amigo de toda su carrera y años de trabajo también le regreso el ademan, ambos eran bastante serios y calmados, por algo se llevan bien

— Tengo un tiempo sin verle General— puso su maño dispuesto a estrechar un saludo de amistad con orgullosa lealtad por, sobre todo

Con entusiasmo formo una curva con sus labios mientras correspondía el saludo- Digo lo mismo agente, aunque me temo que el lugar que nos tocó no es exactamente muy amigable- dijo con sarcasmo, era obvio que como policías no podrían encontrarse los dos en un mismo lugar con las mejores noticias

— Me temo que tienes razón— miro disimuladamente la capa que cubría el callejón y la cinta

— y bien? ¿Qué tan malo es? — miro de misma manera al mismo punto que su contrario, tenía una curiosidad morbosa por experiencia, su compañero le miro de nuevo y expreso con cansancio

— Sera mejor que lo veas por ti mismo, para ser preciso, esto estará algo fuerte— le acompaño ala entrada, y con destino incierto se aventuraron al mismo infierno

El olor a carne ya pasada de tiempo, pudriéndose en el ambiente, el olor a sangre no falto, la gente que lacia dentro eran expertos investigando el callejón y también un cuerpo en medio de todo, el portador del hedor se localizaba sentado, atado de pies a las patas delanteras de la silla de manera, las manos a las traseras, todo parecía relativamente "normal", pero al acercarse más pudo notar la inexistencia de manos y pies en el ser ya muerto, y no es que sea algo genético, las partes donde habían cercenado sus extremidades chorreaban sangre, el ser empapado de sudor había sido atado sin ningún tratamiento a propósito, fue una muerte lenta y dolorosa, nadie lo había oído gritar probablemente por la cinta en su boca

Escuela de esposasWhere stories live. Discover now