Capítulo 10

21.3K 1.5K 1K
                                    

Cuando amaneció y la luz se coló por las ventanas, Harry abrió los ojos sin mucho problema. Había pasado una buena noche, cómodo, cálido, en confort.

Y cómo no, era porque Draco y él estaban haciendo cucharita.

La verdad es que ellos no habían dormido así desde algunas cuantas semanas, antes de todo este rollo. Generalmente después del sexo se disponían a hacer otras cosas, a conversar, o simplemente Draco se iba. Pero no hacía falta tener sexo para sentirse bien y querer dormir abrazado a la espalda del rubio, nunca lo había hecho, obviamente.

Pero, ahora...

Harry sonrió sin gracia. No entendía por qué si ya habían aclarado el tema su cerebro debía reincidir en que él se sentía bien con esto —dormir con Draco abrazados— tenía que ver con algún motivo completamente antónimo al que siempre habían tenido. Harry solo estaba confundido. Draco seguía siendo su mejor amigo, hermoso, y ese al que siempre le había gustado abrazar mientras dormían juntos en otro sentido. Nada había cambiado.

Bueno, no "nada" exactamente, pero ellos no se alejarían de su concepto amistoso por las folladas. Todo era como antes, todo sería como antes después de que Harry "retomara las andadas".

Correcto.

Nada de líos mentales, entonces.

¿Crees tener la madurez para seguir con esto? Una voz resonó en su cabeza, burlona.

Quizás Harry debía ir a un psicomago, dudaba que eso de nombrar partes de su cuerpo, creer que su pene lloraba, y que su yo interno le reprendiera cosas fuera normal.

—Te he dicho que no hagas eso.

Harry miró al rubio. Los ojos somnolientos de su amigo le observaban algo desenfocados.

—¿El qué?

—A veces... —dio un largo bostezo, estirando los brazos—... cuando meditas, pones una mirada como si sufrieras de TID¹.

Harry sonrió, acariciando el hueso de la cadera de Draco por encima de su pantalón.

—¿En serio?

—Sí, incluso murmuras cosas que se contradicen entre sí. Eso da algo de miedo. No lo hagas.

—Quizás sí sufro de TID, creo. Comienzo a considerarlo —le dijo de forma casual.

Draco frunció el ceño y le miró confundido.

—¿Por qué lo dices?

—Porque... ahora mismo hay una parte de mí que quiere besar estas cositas —tocó con un índice y extrema suavidad los pómulos levemente abultados de Draco—, pero hay otra que quiero algo completamente distinto.

Draco sonrió, abultando en el acto, un poco más sus mejillas.

—¿Si? ¿Y qué sería?

La mano de Harry viajó un poco más abajo, acariciando el muslo del rubio verticalmente, dando ligeros apretones.

—La otra... quiere masturbarse, y correrse en tu cara —agregó, sonando casi amistoso.

Quería hacerles creer a ambos que la situación ya no le afectaría. Puede que asegurar que sufría de un conflicto mental no era la mejor forma, pero la idea técnica era bastante obvia y por supuesto que Draco la entendió.

Draco lo miró por unos segundos antes de asentir en silencio, luciendo algo nervioso, pero anhelante.

Harry se deslizó hacia abajo, dejando primero un beso en los labios de Draco. Acarició sus piernas cubiertas con ambas manos, antes de sentarse sobre el estómago de Draco. Obvio, no cargaba ropa interior bajo los pantalones. Sabía que Draco tampoco.

EstrechezWhere stories live. Discover now