Estrechez

Capítulo 22

No le costó mucho encontrarlos.

Y no fue precisamente por su "atractivo" sino porque no era fácil perderlos cuando Cedric estaba encima de una mesa acostado, tratando de rapear alguna canción —tratando y fallando— mientras que Theo y otro chico con pinta de mesero sostenían a Harry, con los brazos de él alrededor de sus hombros. Harry reía y gritaba incoherencias mientras los otros dos intentaban con todo mantenerlo de pie a pesar de sus piernas de gelatina.

Incluso viéndolo borracho e inútil, Draco no podía evitar sonreír enormemente. Las mejillas de Harry estaban sonrojadas por el alcohol, su cabello más alborotado de lo usual y, puede que no fuera muy atractivo para el mundo promedio, pero a Draco le fascinaba escuchar sus alaridos bobos y graciosos. Le recordaba por qué lo había elegido a él entre tantas personas para ser su persona favorita.

¿De verdad era tan importante el sentir algo más allá de eso? Sería muy hipócrita de su parte decir que desearía no tener a Harry de mejor amigo. Draco no podía arrepentirse de ninguna de las cosas que él y ese indeliberado ser habían hecho. Y si para seguir teniéndolo a su lado debía tragarse esos absurdos sentimientos en lo más profundo de su garganta, pues que así fuera.

Ah, qué estúpido es el amor.

—¿Uhm? ¡Woah, mira Harry, es Draco! —Cedric, que en algún momento había llevado su vista hacia él, exclamó maravillado.

Draco alzó una ceja. Bien, sin dudas estaba el triple de ebrio que hace rato.

Llevó sus ojos hacia Harry. El pelinegro lo observaba desorientado, como si no tuviera sentido alguno que Draco se encontrara allí.

Draco sonrió tranquilamente, fingiendo que no le sudaban las palmas de las manos. Caminó hacia allí, y cuando Harry captó que no era un espectro se lanzó hacia él, rodeándolo por el cuello con los brazos.

—¡Dray...! —exclamó, haciendo que el mencionado alejara un poco su cabeza.

—No me grites, Potty —dijo suavemente, aplicando los apodos que al borracho Harry le gustaban— Ya estoy aquí.

—¡Tardaste siglos, Draco! —Theo bufó, viéndose completamente enojado—. ¡No vuelvo a hacer de niñera con estos dos pendejos, así que procura hacer bien tu trabajo de marido y cuidar a tu nudista suicida!

—¡Te dije que no soy suicida! No sé qué significa, pero suena feo y no lo soy —Harry hizo un puchero, ocultando medio rostro en el cuello de Draco.

Draco trató de aparentar serenidad, pero era sumamente difícil teniendo la respiración de Harry en su cuello. Le dedicó una sonrisa a Theo.

—Prometo que te compensaré esto, gracias por mantenerlo a salvo —dijo acomodando a Harry, tomándolo de la cintura—. ¿Puedes sacar a Diggory tú solo?

Theo cruzó los brazos sobre el pecho y arqueó una ceja con arrogancia.

—A diferencia de ti, yo sí sé controlar mi pareja. A Cedric lo domino con solo usar la palabra "sexo" o "lencería".

Draco iba a decir algo, pero el chico al lado de Theo —del cual hasta ahora había hecho caso omiso— llamó su atención.

—¿Él es Draco? —preguntó ladeando la cabeza. El mencionado se limitó a asentir con la cabeza—. Oh, ahora sí entiendo por qué Harry está así. ¡Yo sin dudas me enamoraría de ti, incluso siendo hetero!

—¿Qué...?

—¡Tom! —Cedric llegó a ellos, tambaleándose—. No digas eso, ¡yo soy más apuesto que Harry!

—Tienes novio —dijo Tom sin dejar de sonreír

—Y está aquí presente —ladró Theo, molesto.