| ᴅ ɪ ᴇ ᴄ ɪ ꜱ ᴇ́ ɪ ꜱ |

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Miraba en silencio al rubio que estaba de espaldas viendo las cosas de la góndola, mientras él se encontraba en el extremo opuesto del carrito en completo silencio.

Los señores Han les habían pedido que vinieran al supermercado a hacer las compras del mes, y en eso estaban ahora. Minho se mantenía tranquilo y todo, pero por dentro gritaba y se quejaba cómo el crío caprichoso que era por culpa de Jisung.
Luego de lo sucedido, hace unos días, nada había cambiado, realmente nada; el rubio actuaba normal, como si nunca se hubieran besado, mientras que Minho se estaba estresando más de la cuenta por pensar demasiado en ello.

No demoró en darse cuenta que luego de eso, algo cambió de su lado. Si antes estaba estresado por la indiferencia del mayor, ahora definitivamente estaba a punto de exigirle que no fuera tan indiferente cuando ya habían intercambiado saliva. Estúpidamente, estaba necesitando más. Su heterosexualidad se fue al carajo y hasta ahora no había regresado, porque llevaba dos días esperando que Jisung se le insinuara o siquiera le diera una señal de que quería repetir lo del otro día.

Era un mocoso tonto que ya se había ilusionado con su mayor.

El pelinegro quizá era seguro de sí mismo, siempre había encarado a cualquier chica que le gustara y había tenido sus momentos, pero con el mayor estaba siendo difícil... no, imposible, mejor dicho.
No podía ir y decirle que quería besarlo de nuevo porque realmente le había gustado, o que ahora se sentía raro, simplemente no podía porqué le daba vergüenza.
Con Jisung se sentía pequeño y tímido en todo momento, y odiaba eso, pero a la vez le gustaba y eso lo hacía sentir un idiota de primera.

— ¿Vas a querer tu chocolate en polvo? —preguntó repentinamente el mayor mientras daba unos pasos y se detenía frente a la variedad del producto.

— Sí.

Jisung se acercó al carrito con el paquete y lo dejó dentro. Comenzó a caminar y Minho lo siguió empujando el carro.

— Hyung —llamó mientras cruzaban las góndolas yendo a buscar lo próximo.

— ¿Mmh?

Minho pasó saliva nervioso, pero se dijo que si quería que algo cambiara él debía hacerlo por su parte.

— Mañana me entregan mi examen de física. ¿Puedo tener algo si me va bien?

— Ya no tengo tus cosas, Min —recordó mientras agarraba un paquete a la pasada y lo tiraba dentro del carro.

— Lo sé, pero yo hablo de otra cosa —explicó jugando con sus dedos nervioso.

Entonces, Jisung lo miró expectante y el menor no evitó sonrojarse.

— Supongo que no hay problema si es algo que esté a mi alcance —respondió luego de unos segundos —, ¿qué es?

— Uhm... mañana te digo, hyung.

— De acuerdo —asintió tranquilo.

Continuaron caminando, y Minho no podía evitar sonreír divertido y hasta emocionado, porque ya tenía en mente lo que iba a pedirle.

— ¿Min? —llamaron desde atrás, y cuando el mencionado se volteó no evitó sonreír al ver a uno de sus amigos ahí—, tú, mal amigo, no has ido a verme —se quejó el castaño.

Malcriado.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿWhere stories live. Discover now