| ᴄ ɪ ɴ ᴄ ᴜ ᴇ ɴ ᴛ ᴀ -ʏ- ᴅ ᴏ ꜱ |

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Durante el viaje no habían hablado casi nada, Jisung sólo le preguntó cómo le estaba yendo con el estudio ya que no había tenido oportunidad de preguntarle algo puesto que siempre terminaban discutiendo. Ahora el ambiente entre ellos no era pesado o incómodo, así que ir en silencio no suponía problema alguno.

Cuando llegaron a la casa del mayor, Minho suspiró por lo bajo cuando el sol le dio de lleno. El día estaba caluroso, pero él tenía puesta la campera de Changbin por el arrebato de vergüenza y ahora se estaba muriendo de calor, tampoco se la podía sacar porqué no pretendía andar semidesnudo enfrente de los Han cómo las primeras veces, se supone que ese mal hábito ya lo había dejado.

— No sé si mamá estará en casa, sino tendremos que ir a la cafetería —dijo Jisung mientras caminaban a la entrada.

— ¿El local va bien? —preguntó el pelinegro cuando entraron.

— Sí, papá está pensando en agrandarlo.

— Entonces va más que bien, que bueno —dijo sincero mientras se quedaba de pie en la sala en lo que Jisung se iba a buscar a la mujer.

Se sintió raro estando ahí nuevamente, la nostalgia lo invadió mientras miraba el lugar. Nada había cambiado, ni siquiera su sensación de calma.

— ¡Minhonnie! —chilló la mujer repentinamente, y el mencionado sólo alcanzó a dar la vuelta para recibir el fuerte abrazo de ella cuando se le tiró encima—, por fin te dignas a venir.

— Hola omma —saludó sonriendo, contento de verla. Llevaba semanas sin ver ni saber nada de los mayores.

— Ven, vamos a tomar la merienda juntos. ¿Quieres algo caliente o frío? —preguntó mientras lo agarraba del brazo y lo llevaba hasta la cocina.

— Quiero un batido —dijo seguro, y ella inmediatamente sonrió asintiendo.

Jisung los miró sin decir nada, y de la misma forma se alejó para subir a su cuarto y dejar sus cosas.

Estaba seguro que su madre iba a volver loco al pobre Minho.

— Ya son las siete y media, así que me voy al local —avisó la mayor levantándose de la mesa

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— Ya son las siete y media, así que me voy al local —avisó la mayor levantándose de la mesa. La rodeó y no dudó en abrazar la cabeza del pelinegro que le correspondió el gesto—, ¿te vas enseguida?

— Creo que sí, de todas formas iré a despedirme cuando me vaya —avisó.

— Quédate a cenar —pidió inmediatamente.

Malcriado.《 Hanknow 》ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜᶦᵒ́ⁿWhere stories live. Discover now