18 • El mundo con vista nueva

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―¿Estás listo ya? ―YoonGi se para en la puerta de su casa mirando hacia atrás con una leve sonrisa, esperando a su novio.

―¡Voy, espera espera! ―Dice el castaño terminando de colocar bien su camiseta tipo polo, mirándose al espejo una vez y suspirando levemente, colocando una leve sonrisa genuina que lograba hacer que sus ojos brillaran. Tomó sus cosas y salió, caminando hasta estar a la par de su chico. ―Completamente listo.

―Tener que esperarte en la puerta me recuerda a cuando éramos más chicos. ―Dice YoonGi con una sutil sonrisa en su rostro al momento de que los recuerdos regresaban a su cabeza. ―Mocoso. ―Dice ahora dejando salir una leve sonrisa al mencionar ese ya antiguo apodo que le tenía.

―Cuando me esperabas en la puerta y me mirabas con cara de "Park, te dejaré si no avanzas ya" gratos recuerdos, ¿Verdad?

Dicho esto ambos dejan salir una leve risa, saliendo de casa con sus manos juntas, el amor no solo se expresaba con citas de noche a lugares lujosos, eso solo era un plus. El amor de verdad de expresa desde que estás recién levantado en la cama y sigues amando a esa persona especial aunque se diga "Feo" solo por estar recién despierto.

Ambos estaban caminando por una tarde tranquila sujetados de la mano, mirando alrededor a los árboles con sus hojas en distintos tonos de color verde, respirando el aire fresco y disfrutando del tiempo que tenían para ellos solos. La magia no es "Ir a un lugar elegante para que sea especial" se trata de tomar cualquier momento y hacerlo especial, eso era el pensamiento de ambos.

―Yoon, por ahí de ve bien, ¿Podemos parar ahí un momento? ―Pronunció el castaño observando a su lado a su pareja, regalándole una sonrisa amplia mirando lo que opinaba.

"Una sonrisa que hacía que se movieran las mariposas en su estómago, y eso resultaba un poco nuevo, se sentía tan... emotivo"

―¿Por ahí? Hm... hay un árbol con una buena sombra, vale.

―¡No seas tonto! No iba a escoger un lugar que sabía que no te iba a gustar. ―Ríe el castaño dirigiéndose hacia uno de los árboles y soltando la mano de su azabache.

YoonGi sólo se dedicó a observar como su menor corría hasta atrás del tronco del árbol más grande, ocultándose por un momento, solo se veían las pequeñas puntas de sus dedos sujetando el tronco, para luego enseñar su cabeza por el lado derecho volviendo a mirar al mayor con una leve sonrisa.

"Y un singular brillo en sus ojos... oh... ese brillo, ese celestial brillo"

―Puedes caer. ―Dijo el mayor riendo y acercándose hasta el árbol, quedándose al frente y mirando al menor con cariño. Amaba verle tan... vivo.

―¡Buah! No caeré, tranquilo. ―Dijo dejando un beso en la frente de YoonGi, sujetando su mano con cuidado y ayudándole a sentarse, pues la herida en su pierna aún era motivo de su preocupación.

Ahora ambos estaban sentados en el suelo, con sus espaldas recargadas sobre el árbol y mirando hacia al frente con una sonrisa amplia.

―¿Todos están bien? ―Pregunta curioso y un poco preocupado JiMin a su novio.

―¿Ah? ―Le mira sin entender.

―SooBin se había lastimado...

―Ayer mismo fui a ver cómo estaba, él se encuentra mucho mejor, YeonJun está tranquilo, podemos ir a verlos cuando deseas, creo que así estarás más tranquilo.

―¿Y Yeong?...

―Murió hace tres días, le han dado su merecido en la cárcel.

"Ya no está..."

Detrás de la máscara Where stories live. Discover now