Capitulo 22: Un pedacito de ti, en una noche de tormenta.

1.3K 85 3
                                    

Belle.

Como había dicho Atti, así como yo había planeado hacer desde antes, le había pedido a Jina que me dejara quedarme esa noche en el centro, y luego de contarle la razón, así como decirles a mis padres, todos me habían dejado, aceptando que así fuera.

En la noche, Jina me había dejado quedarme en una de las habitaciones libres, y luego de haber pasado un buen rato molestando a Atti, me había tenido que ir a dormir a mi habitación. O más bien, a intentarlo, pues una tormenta me había robado el sueño.

El viento hacía que las ramas de los árboles chocaran contra la ventana, y aunque sabía que solo eran eso, las ramas, no podía evitar pensar que sus sombras parecían manos ante el reflejo de la oscuridad. Y para rematar, los truenos y los relámpagos. Por un rato me escondí bajo las sábanas, aunque eso no quitó que pegara pequeños brincos cuando tronaba muy fuerte.

Si, le tengo miedo a las tormentas.

Entonces había ido con Jina, esta me había dejado dormir con ella, y todo estaba bien una vez más, hasta que había comenzado a roncar en mi oído.

¡Ronca como un oso!

Intenté cubrirme las orejitas para no escucharla, por gusto, solo era un oso amortiguado. Entonces, como última opción, había ido a buscar a Atti, no quería molestarlo, pero es el único con el que me sentiría bien durmiendo, pues no sé, siempre me siento cómoda junto a él. Además de que, al abrazarlo, siempre está calentito y huele bien.

Si, Atti es perfecto.

Los pasillos del centro estaban oscuros y fríos, y la tormenta los hacía peor que de costumbre. Asustada, me apresuro hasta la habitación de mi amigo.

Y una vez que llego a su habitación, toco la puerta con suavidad, intentando saber si, por casualidad, aún está despierto. Para mi sorpresa, si lo está.

Su débil: "Pasa", me sorprende a aún más. Al entrar, lo veo mirando por la ventana. Su pijama puesto, la mirada perdida y pareciendo esperar a alguien.

-Atti, uhm... - lo llamo. - Bueno, yo quería saber si... uhm. - juego un poco mis dedos mientras me abrazo a mi almohada. -Yo... No puedo dormir por los truenos, tengo miedo, Jina ronca mucho, como un oso hambriento o un carnotaurio, y bueno, quería saber si... sí puedo dormir contigo.

Sin embargo, él no parece escucharme. Esta ido, metido en su mundo, mirando la tormenta de afuera. Sus ojos, por primera vez desde que lo conozco, vacíos.

La lluvia caía con fiereza y el viento azotaba sin pena alguna el centro de rehabilitación. Las ramas de árboles cercanos de vez cuando chocaban contra la ventana. Y los truenos se escuchaban de vez cuando, avisando un rayo que minutos después iluminaba el cielo.

Atticus parecía estar disfrutando la vista o tratando de buscar algo allí.

- ¿Atti? - lo llame, tirando suavemente de su manga. Su camiseta de mangas cortas, deja a la vista sus múltiples tatuajes, la mayoría en color negro.

Su mirada grisácea fue a parar a mi dirección, sus ojos brillaron confundidos.

- ¿Puppy? - cuestionó, su voz apenas en un susurro, sonando ronca. Un escalofrío me recorrió. - Tú... - murmuró.

- ¿Puedo dormir aquí? - cuestiones de nuevo, por si acaso.

Un suspiro brotó de sus labios, mirándome confundido. Sus ojos brillaron con tristeza, hasta que finalmente asintió débilmente, cerrando las cortinas.

- Ven, vamos a la cama. - murmuró, tomando mi mano y caminando hasta la cama.

Asentí, corriendo con rapidez tras escuchar un trueno, metiendo dentro y cubriéndome con las sábanas. Di un pequeño brinco ante el fuerte ruido de un trueno.

Una dulce adicción (#1 GEMELOS EVERETT)Where stories live. Discover now