Capitulo 2

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Camila pov

A los 20 años sufrí las pérdidas de mis padres, murieron en un accidente de tránsito.

Tuve una infancia buena y digna de una niña, tenía el amor de mis padres y nada me faltaba en cuanto a lo material, mi adolescencia fue igual de buena, era la más popular con el típico novio guapo de toda la escuela.

Pero todo empezó a caer en picada y mi vida verse afectada cuando mis padres fallecieron en un accidente mientras yo estaba en la universidad.
Han pasado 3 años y aún sigo sin superarlo pero he aprendido a vivir con eso.

Mis padres me dejaron un departamento en el cual vivo sola, siento el vacío del lugar, el lugar donde compartí muchas cosas lindas con mis padres. Aunque los extrañe mucho, la vida sigue y no se detiene.

Terminé la universidad y tengo un trabajo estable, tampoco tengo novio, estoy sola y sinceramente estoy bien así aunque aveces me haga falta el calor de alguien más.

*

-Y si salimos esta noche?- Dinah entró a mi oficina.

Dinah es mi compañera de trabajo y gran amiga.

-No estoy de ánimo- Suspiré con cansancio.

-Mila, siempre dices eso, por qué no sales a divertirte? Eres joven.- Dinah me sonrió de lado.

-No lo sé, de verdad no quiero- Le repetí.

-Por lo menos dime que lo pensarás- Puso carita de perro suplicándome.

Rodeé los ojos -Está bien, lo voy a pensar. Pero no hay nada seguro Jane- La señalé.

Dinah aplaudió en señal de victoria.
-Como usted diga jefa- Rió.

-Vete a trabajar ya- La eché de mi oficina.

Me pensé varias veces lo que Dinah me había dicho y terminé aceptando. Luego de salir el trabajo fui a mi casa para alistarme y salir con Dinah y sus amigos. Dinah pasó por mí y me llevó a un bonito bar, ahí me presentó a sus amigos y amigas, ninguno de ellos llamó mi atención así que sólo me dediqué a pasar un buen rato.
Del otro lado del bar en una mesa habían 3 hombres, ellos miraban constantemente en mi dirección, estaban vestido de negro y eran altos y corpulentos. Algo en ellos no me daba buena espina, le comenté de mi inquietud a Dinah quien me dijo que me relajara que ellos solo quieren una chica para acostarse y por eso es su mirada hacia a mi.
Lo que Dinah había dicho no me calmó en lo absoluto.

Pasada las horas aquellos hombres se habían ido y ahora si me sentí más cómoda. Miré la hora en mi reloj y me di cuenta que ya era muy tarde, eran las 11 de la noche.

-Dinah, ya está muy tarde, me voy.- Le dije a Dinah.

-Mila, es temprano por favor, quédate un poco más- Dinah me rogó.

-Mañana hay trabajo, tú y yo deberíamos irnos.-

-No, la estoy pasando muy bien aquí- Dinah se ponía muy intensa aveces.

-Está bien, quédate que yo me voy.- Le dije.

Tomé mis cosas y salí del bar, escuché algunas cosas que me gritaba Dinah pero no le presté atención.

Tomé un taxi y me fui a mi casa, cuando el taxi me dejó me di cuenta que la calle estaba muy sola, no le di tanta importancia y saqué mis llaves.
Cuando iba a abrir la puerta alguien colocó un pañuelo en mi nariz con un olor muy fuerte, pataleé mucho y traté de luchar contra aquellos brazos, pero mi visión se nubló y perdí la conciencia.

Desperté con un insoportable dolor de cabeza y mareo, tenía una venda en los ojos lo que me imposibilita ver, mi boca estaba amordazada, mis pies y manos estaban atados.

Donde estoy?

Iba en un auto y escuché unos hombres hablando en otro idioma, según mis conocimientos se trata del idioma ruso.

Pero qué?!

Quería hablar pero no podía, no tenía fuerzas para hacerlo.

El auto se detuvo y uno de los hombres me cargó. A lo lejos escuchaba turbinas... un avión?.
A donde me llevarán? Tenía tantas preguntas y mucho miedo.

Tenía miedo, estaba aterrada, quería llorar, gritar y a la vez no podía hacer nada. Me acaban de secuestrar.

Cuando me subieron a lo que efectivamente era un avión escuché llantos y gritos de otras mujeres, lo que significaba que no estaba sola.

Alguien inyectó un líquido en mis venas para luego caer inconsciente.

Desperté con los mismos síntomas de la anterior ocasión.

Ya no tenía la venda en los ojos ni la boca amordazada, solo estaba atada a una cama, miré todo el lugar tratando de acostumbrarme a la brillante luz.

Estaba en una habitación pintada de blanco, no había mucha cosa, solo un closet, un espejo y la cama donde me encontraba.

Donde estoy?
Estoy en otro país?

Tenía muchas preguntas y ni una sola respuesta.


























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La Mafia Rusa Where stories live. Discover now