Capítulo 22: El rescate (misión fallida)

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El vehículo que los trasladaba se detuvo a dos manzanas del edificio donde el grupo de maleantes mantenía secuestrada a la hija del Alcalde.

Durante el trayecto los 8 pudieron ver un vídeo de ella, atada a una silla y con una mordaza en su boca para que no pudiera emitir sonido alguno. Y un fragmento de las amenazas que los maleantes le habían planteado al político, pero en otro idioma como si de un código se tratara.

La chica, de casi su misma edad, había sido raptada hace ya 24 horas, una noticia que se había comenzado a extender a nivel nacional. Ustedes habían visto imágenes de la niña, pero no era tan similar a la del vídeo que les habían enseñado sobre su captura. Partiendo desde esa base, era común que todos ustedes tuvieran ciertas sospechas respecto al caso.

Descendieron de manera organizada y al alejarse de aquel vehículo, cuando iban de camino hacia el edificio, sus dudas comenzaron a aflorar, y ya que su padre no estaba cerca, no era lo ocultaban ya.

—¿Y si solo se trata de una emboscada para atacarnos? —cuestionó Ben, atemorizado observando hacia todos lados, como si esperaba que fueran a atacarlos en cualquier momento.

—¿Quién querría atacarnos, Ben? —le preguntó Klaus, que por el contrario venía caminando distraído.

—Bueno, hay algunos grupos que no están a favor de lo que nosotros hacemos —le explicó Allison, haciendo referencia a algunos de los villanos que ya habían enfrentado en anteriores misiones.

—¿A qué se refieren con eso? —interrogaste, intrigad@ por lo que tus hermanos estaban comentando.

—Grupos minoritarios —respondió Cinco, explicando el por qué creía que actuaban de esa manera—. Solo reaccionan así por temor o envidia de que nacimos con habilidades especiales.

—Es una misión seria, chicos, ¿acaso no prestaron atención al vídeo? —los interrumpe Diego, quien ya estaba con una de sus navajas en mano a pesar de que todavía no habían llegado al edificio.

—¿Pueden no infundir más temor a T/N? —apoyó sus palabras Luther, para su sorpresa—. No les prestes atención, solo están exagerando. Sí, es una misión real —te aseguró.

Llegado a un punto del camino, se dividieron tal y como habían organizado para hacer su ingreso al lugar.

Sería Diego quien entraría primero, para reducir el número de atacantes con el uso de su habilidad especial. Las navajas danzaron en el aire dirigidas con precisión hasta llegar a herir a un buen número de los maleantes.

Toda la acción transcurría tan rápidamente que parecía ser irreal.

Por tu parte te encontrabas en el exterior junto a Klaus vigilando, atentos por si más refuerzos de la banda de maleantes llegaban. Y desde allí pudieron escuchar el estruendo producido por un par de disparos. Saltaste asustad@ de que pudieran haber herido a uno de sus hermanos.

—Tranquil@, todo estará bien —mencionó el Número Cuatro, confiando en la capacidad de sus hermanos para sortear las balas y salir ilesos.

Y lo próximo que escucharon fueron vidrios resquebrajándose al ser atravesados por un cuerpo que caería a pocos metros de ustedes. Uno de los villanos había sido arrojado hacia el exterior por Luther, dejándolo de esa manera inconsciente y fuera de la pelea.

Cinco se teletransportó, cargando a otro de los sujetos y arrojándolo junto al otro que ya estaba caído.

—Manténganlos así —les indicó, para volver al interior del edificio.

Ustedes se mantuvieron firmes en el lugar, aunque desde allí podían escuchar todo el tumulto del interior. La pelea todavía no había finalizado.

En cuanto vieron que más personas armadas estaban llegando, alertaron a sus hermanos con el silbido clave. Ellos afortunadamente ya habían reducido el número de los que estaban dentro del edificio.

Y Allison, quien había recuperado a salvo a la joven, se dio cuenta en ese mismo momento que efectivamente no se trataba de la chica que la prensa publicaba como perdida, como la hija del alcalde.

—La tengo conmigo —les dijo la Número Tres, aunque observando a la chica dubitativa.

Klaus y tú se habían visto arrinconados, siendo apuntados por las armas de los hombres que llegaron como refuerzo de la banda de secuestradores. Sus hermanos llegaron para salvarlos justo a tiempo. Pero al verlos, en lugar de enfrentarlos, los maleantes se dieron a la fuga.

Ben, quien se había quedado a cargo de mantener retenidos a los captores que habían reducido en el interior del edificio, llegó corriendo agitado.

—Se...se escapan por el lateral izquierdo —les informó el Número Seis.

Justamente se trataba del lugar que Cinco habían indicado como factible para un escape. Mientras Klaus y Allison se encargaban de llevar a la joven al vehículo de seguridad, para ponerla a salvo, el resto del equipo se emprendió en la tarea de ir tras los otros malhechores.

Y aunque consiguieron rescatar a la supuesta hija del alcalde, un gusto amargo quedó en sus gargantas, por no haber podido capturar a ninguno de sus captores. Parecían haberse esfumado en el asfalto o entre tantas personas que circulaban cerca de aquel edificio abandonado.

El siguiente capítulo será una repercusión de esta misión (ya sea exitosa o "fallida"), y en el mismo se conocerá en la ruta de quién repercutirá su decisión

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El siguiente capítulo será una repercusión de esta misión (ya sea exitosa o "fallida"), y en el mismo se conocerá en la ruta de quién repercutirá su decisión.

Mi vida con los HargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora