Ridículamente absurdo el amor [SenKu x Kohaku] o [Senku x Ruri]

Rueda de Sentimientos

Narra Ruri

Me sentí muy feliz. No había mayor alegría que estar con mi hermana, mirando la pradera sin preocuparme de esa enfermedad. Ella lloraba, y yo la consolaba, no podía evitarlo. Miré a Chrome y le regalé una sonrisa, pues supe que tuvo mucho que ver en mi recuperación. Luego, busqué rápidamente a Senku. Toda mi vida se la debía a él. Ni bien lo encontré, me acerqué poco a poco. Desde lejos, notaba que estaba distraído, pensando en qué cosas. Pero imaginé que era el momento perfecto, entonces lo abracé y le dije al oído.

— Gracias Senku...

Narrador

Senku quedó perplejo ante la acción de la rubia. No correspondió al abrazo, pero hizo un gesto de aceptación. Pronto, escuchó las palabras de Ruri, lo cual lo hizo fruncir el ceño.—...de nada...—No tomo mucha importancia lo que dijo hasta que comento los siguiente.

— Seré la mejor esposa para ti, Senku. Te lo prometo.—Eso sí que llamó la atención de Senku. Justo recordó que estaba casado con ella.

—¡Hey espera!... De eso..— Senku quería aclarar ese detalle de casados, quería divorciarse ya para evitar mas contratiempos.

—Te debo mi vida, compartir mi tiempo mi alma contigo y velar por ti a la veinte cuatro horas. Es lo mínimo que puedo hacer por lo que hiciste por mi— interrumpió Ruri.

— No es necesario, yo quiero ahora el divor...— Kokuyo tomo del hombro del Senku, llevándolo directo a la aldea. Tenía un anuncio importante que hacer—  lo que me faltaba —pensó Senku.

Senku deseaba en algún momento poder hablar. Al estar cuidando de Ruri, se había olvidado por completo del casamiento. Tenía la obligación de hacerlo, pues se justificaba que era aborrecible e innecesario casarse con alguien que apenas conocía. Además, Chrome volvería a hacer un escándalo otra vez. El amor era ridículamente absurdo.

Sin darse cuenta, ya se encontraba en medio de la aldea, y Kokuyo alzó su brazo junto al de Senku.

— Por haber ganado el torneo ante los dioses y a su vez, haber salvado a su esposa, la sacerdotisa, yo, Kokuyo, proclamo a Senku como el nuevo líder de la aldea Ishigami.

Todos gritaron con euforia y entusiasmo, excepto por Gen y Senku, quienes estaban absortos en el recién descubierto nombre de la aldea de la aldea.

— ¿Aldea Ishigami?... Entonces...— tanto Senku como Gen sacaban sus propias conclusiones sobre el nombre de la aldea y el misterio que lo rodeaba.

— Aldea Ishigami... — no podía digerir lo que recién había escuchado. Buscaba una respuesta, pero no la encontraba hasta que, por casualidad, miró a Ruri y ella se acercó.

— Tú eres Senku Ishigami. — el asombro fue increíble para el nuevo líder. ¿Qué rayos significaba todo esto? Ella sabía más cosas de lo que estaba seguro, por lo tanto, tendría que hablar con ella en privado. De inmediato, tomó su mano y la llevó hasta su laboratorio. Ante eso, todos quedaron estupefactos imaginándose miles de cosas, mientras que Kokuyo se iluminaba con la idea de una futura nieto/a en sus brazos.

— ¡Sen-ku! ¡¿Q-qué pasa?! — decía Ruri un poco alterada. Su contrario no la respondió hasta llegar allí.

— Bien, hay muchas cosas de que hablar...

— E-entiendo... — dijo un tanto nerviosa.

(Aquí voy a omitir esa parte, ya que todos conocen la historia del origen de la aldea y sobre el padre de Senku. Por lo tanto, empezaré desde la celebración nocturna.)

Fiesta nocturna en la aldea Ishigami.

Bajo la luna llena y un manto estrellado, la aldea Ishigami celebraba en una atmósfera tensa y misteriosa. Hogueras parpadeantes lanzaban sombras alargadas, mientras el murmullo de la música y las risas se mezclaba con susurros de preocupación. Los árboles se alzaban como guardianes silenciosos, y el viento traía consigo una sensación de inquietud, como si algo amenazante acechara en la oscuridad.