Epílogo

1.4K 52 18
                                    

Diana pov's

Y allí estaba yo, atravesando las puertas de la iglesia con mi vestido blanco. Ls gente aplaudía como loca.

Mason estaba comprometido con mi mejor amiga, Coraline. Y yo me estaba casando.

Me temblaba el ramo en las manos. Iba avanzando hacia Kai, que sonreía también nervioso.

Tras ocho meses planeando la boda, ya había llegado el momento. Llegué al altar y no podía creerlo.

-Hoy estamos aquí, para unir a estos dos jóvenes. Kai Havertz, ¿recibe usted a esta mujer para ser su esposa, para vivir juntos en el matrimonio, para amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus
vidas?- habló el cura.

-Si quiero- contestó Kai nervioso.

-Diana Mount, ¿recibe usted a este hombre para ser su esposo, para vivir juntos en el matrimonio, para amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus
vidas?- continuó el hombre.

-Si quiero- respondí.

-Puede besar a la novia- concluyó el cura.

Kai me agarró de la cintura y me besó.

Todos aplaudían y Cora estaba llorando de ls emoción.

Ya en el banquete...

Me subí al escenario para dar un pequeño discurso. Todavía me temblaban las piernas.

-Buenas noches a todos y mil gracias por haber asistido a nuestra ceremonia- comencé mirando al que ahora era mi marido.- Quería agradecerles a un par de personas todo lo que han hecho por mí. Coraline, gracias por haber estado ahí cuando más lo necesitaba, en esos momentos en los que solo quieres comer y dormir- sonreí a mi amiga y el público soltó una risita.- Gracias también a mi hermano Mason por haber cuidado tanto de mí estos años. Gracias a Alice Campello por haberme presentado a los que hoy son mis mejores amigos. Gracias al enano de Pedri por enseñarme a tirar bien las chilenas en fútbol. Gracias a Ferran, Llorente y Morata por esos buenos momentos mientras surfeamos...

-¡De nada!- gritó Ferran y todos reímos.

-Y quiero darles una última noticia.- Kai me sonrió y subió conmigo al escenario- Vamos a ser padres- dije entre lágrimas de emoción y todos estallaron a gritos. Mason casi se desmalla y Cora estaba llorando.

Cinco años después...

-¡Abby! ¡Ya ha llegado el tío Ferran!- dije llamando a mi pequeña niña.

Mi hija tenía los ojos de su padre, Kai y el pelo rubio con tirabuzones. Ya había cumplido cuatro años hace unos meses.

-Que monos vosotros juntos. Yo sigo sin novia siquiera- rió Ferran saludando a Kai.

Tras la boda, Havertz y yo nos fuimos en un crucero por todo el atlántico. Visitamos lugares asombrosos. Después, nos mudamos juntos a una mansión en Londres.

-¡Tito Ferran!- bajó por las escaleras Abigail, yendo a abrazar a uno de mis mejores amigos.

-Dios mío, ¡qué mayor estás pequeña Abby!- saludó Ferran a mi hija.

-¡Ya llegamos!- gritó Pedri entrando al salón principal con Llorente, Morata y Unai.

-Mami, hay mucha gente- me dijo Abby.

-Lo sé cariño, sabes que es raro que vengan todos juntos, y cuando vienen, hay que juntarse- sonreí a mi pequeña de ojos celestes.

Sí, éramos muchos. Estábamos Kai y yo con Abby, Ferran, Pedri, Unai, Llorente, Morata y Alice y también Cora con Mason. Pero había espacio de sobra para todos.

Rex, nuestro perro ladraba contento y Abby jugaba con él. Ya no era un cachorro, ahora era un perro enorme, pero hermoso.

Ese día fue el mejor de toda mi vida. Cora estaba embarazada, yo iba a ser tía. Mason era feliz con ella. Alice, Coraline y yo éramos inseparables a pesar de que la mujer de Morata vivía en Italia.

Oh si, Morata y Alice se casaron en Italia y han tenido dos hijos hermosos. Y van camino del tercero.

A Kai le iba estupendamente en el Chelsea. Yo fiché ya por la selección absoluta femenina y jugaba prácticamente todos los partidos. Algunas marcas habían firmado conmigo, por lo que me había hecho bastante popular en las redes.

El año pasado disputé mis primeras olimpiadas con 24 años. Otra experiencia inolvidable.

Yo era feliz, Kai era feliz, Abby era extremadamente feliz. Todos éramos felices, menos Ferrancito y Pedri, que los pobrecillos seguía solteros.

_____________________________________________

No estoy llorando, para nada...

Y hasta aquí ha llegado la historia de Diana y Kai. Les recuerdo que ya tienen el primer capítulo de mi nueva historia con la selección española, con los personajes principales y demás.

Dejo esta historia con casi 3K de leídas y más de 200 votos.

Los amo mucho y les veo en mi otra historia

❤❗Katherine Schneider❗❤

Havertz ~ Fanfic Kai Havertz :DWhere stories live. Discover now