DESIRE BODY ━━ jeon jungkook

veinticinco

desire body     capítulo veinticinco

          SEOLHYE RECIBIÓ SU diploma con una sonrisa orgullosa y JungKook miró a su esposa de manera orgullosa y con una sonrisa desde su lugar, el azabache viendo a la pelinegra dentro del auto que había estacionado casualmente cerca del establecimiento en donde se estaba llevando a cabo el acto de graduación.

          SeolHye hizo una reverencia hacia los profesores encargados de entregar los diplomas y luego bajó corriendo con cuidado de la tarima, soltando un chillido de felicidad mientras corría hacia NaNa para abrazarla.

          Por fin había terminado su carrera en Administración de Empresas y luego por fin podría comenzar a ejercer su profesión.

          NaNa miró feliz a la pelinegra.

          —Lo lograste, sí. —La mujer mayor abrazó fuertemente a SeolHye, haciendo que a la menor se le escaparan unas cuantas lágrimas de la emoción.

          —Sí, lo hice. —SeolHye sonrió feliz y triste a la vez.

          NaNa miró a la pelinegra de labios rojos preocupada.

          —¿Qué pasa, por qué esa cara triste, mi vida? —NaNa arrulló a la menor.

          SeolHye se rió un poco avergonzada, bajando su mirada al suelo.

          —Sólo estoy un poco desanimada porque JungKook no está aquí... Me hubiera gustado que estuviera aquí. —SeolHye sonrió triste.

          JungKook se sintió mal cuando escuchó las palabras de SeolHye, deteniendo sus pasos por un momento y bajando la mirada.

          El azabache se había bajado del auto para felicitar a la pelinegra.

          —Estoy seguro de que él está orgulloso.

          JungKook reanudó sus pasos y SeolHye se volteó a ver al azabache con sorpresa, sonrojándose cuando el azabache le tendió un ramo de rosas.

          —No pensé que vendrías —SeolHye comentó sorprendida, aceptando el ramo de flores con una sonrisa mientras miraba a JungKook feliz—. Muchas gracias, no tenías que molestarte.

          JungKook se rió sin importancia alguna.

          —Al contrario, tenía que estar aquí.

          SeolHye se cohibió ante la intensidad de la mirada del azabache, quedándose sin palabras en su lugar.

          NaNa miró a la pareja y luego negó la cabeza, pensando que en cualquier momento JungKook le diría todo a SeolHye y no aguantaría mucho tiempo sin ocultarlo; el azabache no era bueno disimulando y cualquiera externo a la pareja podría confundirse y decir que era el mismo JungKook de antes; y no por el físico, sino porque el azabache actuaba idéntico a su anterior yo.

          La expresión de SeolHye y su felicidad decayó rápidamente cuando vislumbró a su madre, vestida de forma elegante y luciendo despampanante junto a una sonrisa orgullosa a cualquiera que se volteara a verla, dirigiéndose hacia donde estaba ella con NaNa y JungKook.

          SeolHye se apresuró a acercarse a su madre antes de que ella llegara hasta donde estaba.

          —Nunca creí que en serio lo lograrías, felicitaciones. —SeolHyun felicitó a su hija de manera seca, mirándola con desdén.

          —¿Qué haces aquí? —SeolHye fue directo al punto y miró a su madre de manera seria.

          —Veo que el mocoso del inútil de tu difunto esposo también está aquí... —SeolHyun miró con una mueca a JungKook desde lejos—. No sé cómo puede tatuarse y perforarse de esa manera, y dejar crecer su cabello de esa manera, por dios. —SeolHyun hizo una mueca de asco—. Al menos su padre era más decente.

          SeolHye miró a su madre con desaprobación.

          —Mamá, ¿qué diablos quieres? —SeolHye preguntó harta.

          —Quiero que dejes de ser tan estúpida, SeolHye. ¿Acaso no entiendes que sin mí no puedes hacer nada?, sin mí no eres nadie. —SeolHyun miró a su hija con dureza—. Le diste el paso libre al mocoso ese para adueñarse de toda nuestra fortuna, y, para colmo, ni siquiera te atreves a aprovecharte de él para asegurar tu futuro con la fortuna de Jeon. Deja de ser tan mojigata, por favor.

          SeolHye miró a su madre con enojo y se abstuvo de abofetearla.

          —¿Así es como ves a las personas, sólo como oportunidades para sacar provecho y salir ganando? —SeolHye se sintió ofendida.

          —Todos aquí no somos nadie a menos que sepamos cómo sobrevivir. —SeolHyun miró a su hija con fastidio—. Y, por si no lo notaste, querida hija, se nota que el mocoso está loco por ti. Aprovecha.

          SeolHye se burló con una risa sarcástica.

          —JungKook nunca se fijaría en mí de esa manera, sólo está siendo amable —SeolHye habló ciegamente.

          SeolHyun se rió con mofa.

          —¿Y por qué no? Eres joven, hermosa y tienes un gran cuerpo, cualquier hombre se volvería loco por ti... Y él no va a ser la excepción, aunque seas la viuda de su padre; eso no es impedimento para ningún hombre, tampoco lo será para él a la hora de meterse entre tus piernas.

          SeolHyun se fue con una sonrisa triunfal y SeolHye se quedó dudando en su lugar, mientras se volteaba a ver a JungKook con vacilamiento mientras el azabache le devolvía la mirada.

          La pregunta ahí era: ¿se permitiría ella meterse con el hijo de su esposo muerto?