2 - A veces duele

1.7K 242 23
                                    

Con un pequeño sonrojo ese gran brillo en su mirada se mantenía vivo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Con un pequeño sonrojo ese gran brillo en su mirada se mantenía vivo. El azabache observaba desde ese árbol a la pelirrosa que comía alegremente un dulce junto a la compañera de la Finca Mariposa.

Soltó un pequeño suspiro, por suerte ellas no lo verían y tuvo suerte de que justo en su descanso aparezcan por ahí.
Ni siquiera tenía la valentía de declararse.

¿Quién podría hacer algo tan difícil como declararse?

—Son muy bonitas, ¿Verdad?

Pego un salto al escuchar esa voz que reconoció en segundos. Casi caía del árbol junto con su serpiente, quien también se asustó. Desvio la mirada hacia ella, la cazadora de ojos turquesa y esa sonrisa burlesca. Permanecía sentada sobre otro árbol cerca de él.

—En especial Kanroji-San... —Murmuró logrando que ésta lo escuche, ignorando el susto anterior.

Era triste... el escuchar eso, pero no podía dejarse llevar por sus emociones y arruinar aquella amistad tan importante.

Sabe cuando quedarse callada.

—¿Y qué te parezco yo? —Puso ambas manos en sus mejillas dedicándole una sonrisa— ¿Soy Bonita?

—Para nada. Ya deja de molestar, ¿No tenías misiones que hacer? —Se quejo mirándola de reojo.

Lo miro a los ojos con esa sonrisa de siempre.

—Solo quería decir algo...

—¿Qué?

—Creo que me gustas.

Chasqueo la lengua con el ceño fruncido y volvió su mirada a esa bella Pilar que tanto le gusta.
No podía creer que esa joven siga con la broma.

Otra vez soltó una carcajada, parecía que se burlaba de él con solo verlo enojado.

—Ya vete, quiero paz —Dijo recostandose en el árbol.

—Hai, hai, te dejaré tranquilo para apreciar la belleza de Kanroji-San y pensar en lo cobarde que eres al no declararte —Comento en tono burlón eso último.

Ahí se ganó una mirada asesina de su parte, ella volvió a reír.

—Lo dices como si fuese más fácil que volver a casa.

—Lo es —Respondió bajándose del árbol para darle la espalda.

—¿De qué hablas? —Arqueo una ceja.

—Tú lo sabes bien, Iguro-San —Lo miro sobre su hombro con una sonrisa divertida.

Luego siguió su camino con nostalgia. Pese a ello, la serpiente miraba en silencio su espalda, curiosa ante ese extraño sentimiento. Iguro era ingenuo, lo es.

 Iguro era ingenuo, lo es

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Creo... que me gustas [ɪɢᴜʀᴏ ᴏʙᴀɴᴀɪ] Where stories live. Discover now