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Un pequeño cañón de confeti explotó indicando nuevamente la victoria del equipo de la escuela. Jeon era felicitado por todos al llevar a su equipo a una segunda ronda de partidos.

Los días pasaban y cada vez más equipos eran eliminados y otros avanzaban, el equipo anfitrión llevaba una serie de victorias consecutivas que no hacían más que alegrar y enorgullecer a la escuela completa.

Por otra parte las porristas no hacían más que practicar una y otra vez la nueva rutina con la que harían la demostración en la competencia local. Como el escuadrón era el actual campeón tenían estándares con los cuales cumplir.

-Felicidades fortachón -dijo Yoongi coquetamente en cuanto el mariscal se acercó a él tomándolo de la cintura

-Gracias belleza, espero un premio -se acercó a su oído -y espero que sea igual de bueno que el anterior -se alejó dejando a un Yoongi sonrojado y algo tímido esperando que nadie los haya escuchado

El fin de semana pasado Yoongi había estado como había prometido en el departamento del profesor Baekho mirando películas y comiendo, había sido un fin de semana divertido y realmente la habría pasado bien. Si tan solo cierto pelinegro dejara su mente en paz por un momento.

Usualmente iría al departamento del profesor y tendrían sexo por todas partes, como acostumbraban, pero ahora era distinto. El profesor se empeñaba en mostrarle cariño y consentirlo a pesar de que Yoongi le advirtió que no lo hiciera.

Yoongi no era ningún estúpido, y sabía perfectamente que aquel profesor se estaba enamorando de él. O que quizás ya lo estaba. Y Yoongi sabía cuándo era el momento para salir de algún lugar.

Estaba listo para tener una seria conversación con aquel que comenzaba ciertamente a fastidiarlo.
Yoongi siempre tenía el control de sus amoríos, si bien era perfectamente consciente de era él a quien le gustaba recibir, eso no lo hacía menos hombre, y él también podía disfrutar de tener opinión y poder sobre otros.

Y por eso mismo sabía que era momento de dejar a ese maravilloso hombre seguir, seguramente sería incómodo, no es como que hayan tenido una relación seria ni nada pero, ambos se conocían de pies a cabeza, literalmente hablando así que seguramente el estar cerca y no poder tocarse sería devastador.

Pero Yoongi estaba dispuesto.

Sin embargo, la noche del viernes había sido mucho mejor que su fin de semana.

. . .

Cuando Jungkook se dignó a salir de la ducha pudo notar como la fraternidad seguía sola, seguramente Jimin se había encargado de convencer al resto del escuadrón de ir a su pequeña celebración, eran cerca de las 7:30pm y el cielo ya estaba completamente oscuro.
Debido al horario pensó Jeon.

Se acercó a la habitación del menor en la que ya se había acostumbrado a estar últimamente y entró con su ropa interior en la mano, no recordaba que no tenía ropa en esta fraternidad, así que con sólo una toalla en su parte íntima se adentró y cerró la puerta.

Notó que no había nadie en la cama así que miró hacia un lado, notando como Yoongi, quien ya se encontraba cambiado, se colocaba ese hidratante labial que a Jeon siempre le había apetecido lamer.

Se acercó al pálido tomándolo de la cintura y pegándolo a sí mismo, disfrutando de la presión en su miembro que hacía el trasero del menor ya que se encontraba algo inclinado para mirarse bien al espejo.

Se le hizo algo extraño que aquel no le reclamara por su cercanía, o que hiciera alguna broma por que su miembro ya estaba como roca presionando el blanco trasero. Así que continuó disfrutando de la posición.

𝑪𝑯𝑬𝑬𝑹 𝑩𝑶𝒀 ❤︎ 𝙺𝙾𝙾𝙺𝙶𝙸 | 𝕥𝕖𝕣𝕞𝕚𝕟𝕒𝕕𝕒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora