Juguemos en el bosque

por fin juntos

—¡¿KACCHAN?!

Se escuchó la voz del peliverde que estaba demasiado sorprendido a la vez que separaba un poco el abrazo para verlo completamente como si tuviera poco tiempo para hacerlo.

Rápidamente un sentimiento que le estrujó el pecho lo invadió por completo corriendo por sus venas junto con la sangre que, al estar respirando casi descontroladamente, subía hasta su rostro sonrojándolo en el acto.

Izuku comenzó a llorar desconsoladamente, fueron demasiados años lejos de la primera persona a la que consideró su verdadero amigo. Pero ahora estaba ahí, frente suyo, completamente cambiado, pero con su misma esencia.

—Kacchan!!! Te extrañé muchísimo!!!— dijo esto para abalanzarse hacia el rubio abrazándolo tan fuertemente que no quería soltarlo jamás, tenía miedo a perderlo de nuevo, no aguantaría volverlo a perder.—F-Sniff, Fue demasiado tiempo!!! Y-yo tenía mie-do de no volver- iffh volverte a ver!!— su voz se quebraba a medida que avanzaba su oración, pero se calmó y sorprendió un poco al escuchar una ronca pero tranquila voz en su oído mientras dos fuertes brazos lo envolvían con fuerza apegando ambos cuerpos con recelo.

—Tranquilo, Deku...— tardó un segundo para luego volver a hablar viéndolo a los ojos para tratar de traspasarle seguridad, lo cual logró, ya que él posó su completa atención en él — Ya estoy aquí y no pienso dejar que te vayas otra vez, ¿me entiendes? Ahora estarás conmigo y nunca más estarás sólo de nuevo.

El alfa le regaló una sonrisa a Izuku lo cual lo conmovió tanto junto con sus palabras que éste volvió a llorar como si le pagaran por ello.

Katsuki no sabía muy bien qué hacer exactamente puesto que no le era sencillo lidiar con tantos sentimientos desenfrenados que invadían ambos cuerpos. Los dos se abrazaron como si necesitaran estar unidos, como si les hubiese hecho demasiada falta la otra persona, como si hubiera un vacío que solo esa persona pudiera llenar y trataran de meterlo dentro de sí para no separarse jamás.

Después de un rato de sollozos y palabras tranquilizadoras y cariñosas ambos sujetos se calmaron, aunque todavía estaban abrazados.

Ese era un abrazo que necesitaban el uno del otro y lastimosamente tuvieron que esperar demasiado tiempo para dárselo.

—Eh... Bakugo...?— decía un pelirrojo completamente impactado ante tal escena. Después de tanto tiempo con él, nunca había visto a su líder demostrar afecto o alguna expresión que no fuera enojo o algo parecido a ninguna cosa que no fuera la colina. Esa muestra de sentimientos lo descolocó al igual que a los demás espectadores de tal imagen.

Bakugo llorando

Eso nunca en sus vidas se lo esperaban ver tratándose de alguien como Katsuki Bakugo. Un alfa dominante y prepotente, altanero, orgulloso, enojón y explosivo ante todo.

Y ahora? Ahora estaba con sus orejas y cola de lobo fuera mientras abrazaba a un peliverde meneando su cola de un lado a otro expresando que estaba feliz ante las palabras que le decía el omega.

Todos se acercaron rápidamente cuando Bakugo recordó que habían Idiotas observándolos. Iba a limpiarse las lágrimas en ese momento, pero no pudo siquiera moverse ya que alguien más lo estaba haciendo.

Izuku al notar la expresión que hizo Bakugo al escuchar la voz del pelirrojo le limpió las lágrimas que corrían por su rostro ya que el alfa había hecho lo mismo segundos atrás.

Una calidez se incrustó en ambos logrando que sus corazones palpitaran mucho más rápido de lo normal.

Bakugo iba a presentar al omega... Pero no le dio tiempo. Cuando se volteó para encarar a los tontos que tenía por manada éstos ya habían dado un salto rodeando al omega con entusiasmo. El cual no sabía ni a quién mirar ni responder primero.