Once.

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Louis estaba muy emocionado.
Al fin saldría con Harry.

—¿Me dejas ir contigo? —preguntó Niall mientras miraba a Louis, él estaba arreglándose para su cita.—

—Nos dejas, quisiste decir.—corrigió Bastian.— yo quiero ver cómo se besan.—Dijo mientras comía unas frituras.—

Louis los miró y negó.

—Estaré loco si los dejo ir conmigo.— habló Louis rodando los ojos.—

—Nosotros te esperaremos aquí, Lou, tú ve tranquilo y disfruta de esta noche.—habló Dmitry sonriendo.—

Louis sonrió también y asintió.

—Espero que tengan sexo.—habló Bastian.—

Louis se sonrojó un poco.

—En las primeras citas no se tiene sexo, Bastian.—habló Dmitry y negó.—

—¿quién dice que no?—Dijo Bastian retándolo.—

—Yo.—Dmitry frunció el ceño.—

—chicos, no voy a tener sexo con él, sólo saldremos a platicar un rato.— Louis sonrió.—

—Pero no te niegues si quiere sexo.—Bastian le guiñó el ojo.—

Louis rió un poco.
Justo en ese momento, Harry había llegado.
Tocó la puerta y Louis bajó a abrirle.
Al verlo, sintió cómo su corazón se aceleró, se veía más guapo de lo normal.

—Hola, Harry...—Louis le sonrió.—

—Hola, Lou ¿estás listo para irnos?—El rizado miró al castaño y este asintió.— entonces andando. —

Louis cerró la puerta de su hogar y caminó primero, para después Harry caminar tras de él.
Ambos se dirigieron al auto del rizado, y Harry como buen caballero que es le abrió la puerta del copiloto.

—Le abrió la puerta, esa es una buena señal.—Dijo Bastian mirándolos desde la ventana de la habitación de Louis.—

—Bastian, en serio crees que lleguen a follar?—preguntó Niall parándose a su lado para mirar aquella escena.—

Bastian sonrió ladino, su mano se posó en el hombro del rubio y un suspiro abandonó sus labios.

—Yo nunca me equivoco, querida Rubia.—Bastian habló muy seguro de sí mismo.—

El rubio sólo miró cómo el auto del rizado avanzaba, alejándose poco a poco y perdiéndose en la oscuridad.
Mientras tanto, Louis se sentía muy nervioso, al igual que Harry.
Un silencio se hizo presente entre ellos dos, sólo hasta que Harry carraspeó.

—Dime, ¿te gusta la música?... Mierda, Harry, es obvio que le gusta la música ¿a quién no le gusta? Eres un tonto.— Harry se maldijo internamente por aquella pregunta que había hecho, no muy inteligente por cierto.—

Louis soltó una risilla y asintió.

—Me encanta la música, me pone muy feliz.— Confesó el castaño.—

Harry sonrió.

—Vaya, a mi también... Lo que más amo es system of a down.—

Louis se quedó en silencio por unos segundos.
Pensaba que Harry escuchaba música más sofisticada.

—A mi también...—Mintió.—

—¿En serio? No se nota que te guste ese tipo de música.—Harry extendió su mano hasta la radio para poner el cd de system of a down.—

Conversion, software version 7.0
Looking at life through the eyes of a tire hub
Eating seeds as a pastime activity
The toxicity of our city, our city.

Harry subió el volumen de aquella canción y comenzó a cantarla en voz baja.
Louis lo miró y después miró hacia la ventana... La música estaba muy alta.
A Louis no le gustaba la música tan alta.

—You, what do you own the world? How do you own disorder? Disorder.—Harry cantaba mientras conducía, hubo un momento en que subió más el volumen.—

Louis soltó un suspiro y seguía mirando por la ventana, sentía cómo sus oídos pronto explotarían por la ruidosa canción.

—Vamos, Louis, canta, yo sé que te la sabes.—Habló Harry mirándolo mientras sonreía.—

Louis no se sabía la canción. 
Sólo le sonrió un poco apenado y negó.

—No sé cantar.—

—Anda, no seas penoso, no me reiré de ti.—Dijo el rizado mientras le seguía mirando con una sonrisa, se le veía feliz y eso le gustaba a Louis.—

Louis negó nuevamente apenado.

—No me gusta cantar.—Una vez más mintió.—

Harry resignado se encogió de hombros y su sonrisa se borró.
Tal vez Harry quería escuchar cantar a Louis.
El castaño sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al ver a Harry serio.
Le gustaba.
Pronto, ya habían llegado a la casa del rizado... Sí, a su casa.
Louis se sorprendió un poco, pensó que irían a cenar a otro lugar.
Harry estacionó su auto a fuera de su casa y lo apagó.
Miró a Louis y él también lo miró.

—Te preparé algo para cenar, Louis.— dijo el rizado.—

Louis sonrió enternecido.

—Harry, no te hubieras molestado, muchas gracias.— sonrió el castaño.—

El rizado le sonrió también, mientras observaba sus facciones.
Pudo observar cómo sus orbes azules brillaban, a pesar de que no hubiese mucha luz en ese momento, se podía apreciar un tenue brillo en sus lindos ojos.
De los labios del rizado, escapó un suspiro sin darse cuenta.

—Eres muy bonito.—Habló Harry.—

Las mejillas de Louis se sonrojaron al instante y una sonrisa adornó su rostro.

—Tú lo eres más, Harry.—Habló el castaño.—

Ambos se sentían en un ambiente tranquilo, no querían que eso se terminara.
Lastimosamente, Harry lo terminó.

—Tenemos que entrar, la cena nos aguarda. —





























HOLAA.
¿Cómo están? Yo, bien, muy bien, feliz de que al fin L y H estén en una cita amsldjfnjfkf.
Gracias por leer!!

Gmail. [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora