Prólogo

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Tenía mucho frío y mis manos estaban llenas de ese líquido rojo, nunca pensé que mi vida iba a cambiar tanto desde aquel día. Tenía mucho miedo y la oscuridad de la noche le da un toque muy macabro a toda esta situación.

¿Por qué me has hecho esto? Pensé, yo solo quería estar desapercibida como siempre, pero la llegada de alguien despertó una inmensa curiosidad en mí que nunca pensé que tenía.

El.... es oscuridad, frialdad, nunca le tiembla la mano a la hora de hacer nada y a mí me atrapó de todas formas a pesar de ser así .

Aunque dicen que polos opuestos se atraen.

Escuché un grito desgarrador que me sacó de mis pensamientos, me alarmé estaba asustada, está ciudad ya no era lo de antes, ni las personas que aquí residían lo eran.

-¿Qué haces princesa?- escuché su respiración tranquila cerca de mi oído.

-No me llames así, ¿Se puede saber que haremos ahora ?- pregunté algo alterada.

-A eso vengo, los chicos han encontrado un refugio que parece seguro bastante cerca, sigueme sin hacer ruido- y ahí estaba esa sonrisa macabra.

Corrimos adentrándonos en el bosque, alejándonos de aquella ciudad a la que un día llamé hogar, corrimos como si no hubiera un mañana, cogidos de la mano, esquivando piedras, árboles y charcos, yo ya no sentía mis estremidades, corría más bien por supervivencia.

Pude divisar a lo lejos el refugio del que me hablaba Charlie, nos adentramos rápidamente pero al encender la luz, vimos lo peor que pudimos haber visto alguna vez.

-Al final caen en mis trampas- sonrió macabramente.

Miré al suelo y lo único que hice fue llevar mis manos a la boca sin emitir ningún sonido.

Lo único que podía hacer en ese momento era huir.....

El Secreto de Charlie Where stories live. Discover now