𝑪𝒐𝒏𝒏𝒊𝒆 𝑺𝒑𝒓𝒊𝒏𝒈𝒆𝒓

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Parte 2/2
Por cierto, la imagen de multimedia me tiene así 🤰

Ya habían pasado dos años.
Dos años y aún no podía olvidarle.

Duarte la ausencia de Connie, me di cuenta de lo esencial que era en mi vida.
Tras pensar un poco, llegué a la conclusión de que estaba enamorada de él.

Obviamente intenté evitar esa conclusión, ya que era demasiado típico que dos amigos de la infancia acaben enamorados. Sin embargo, esa era la única respuesta a lo que me ocurría.

—¡Mira, Martin! ¡[Tn] está enamorado de nuestro hermano! —dijo Sony con una sonrisa.

—No te lo conté para que lo vayas gritando por ahí —dije con el ceño fruncido, pero al final, ella me hizo reír.

—Cariño, entra a casa un momento —dijo mi padre.

Dejé a los hermanos pequeños de Connie tirados en el jardín, jugando entre ellos, y entré a casa.

—¿Ocurrió algo?

—Como ya sabes, tu padre va algunos meses a Trost para vender algunos de nuestros cultivos —empezó mi madre.

—Pero yo ya estoy algo mayor y... como te llevé un par de veces para que aprendieras...

—¿Queréis que... vaya yo?

Era cierto que había acompañado a mi padre, pero solo porque creía que podía ver a Connie.

—Confiamos en ti, cielo.

Sonreí decidida.
En el fondo, creía en mí misma.

A los pocos días me marché de casa con uno de los carros llenos de algunas verduras y hortalizas para venderlas en el mercado de Trost.

Tardé un par de días en llegar a mi destino.
Como supuse, el mercado estaba a rebosar.

Los amigos de mi padre me esperaban para montar el puesto.

—¿Tu padre no viene esta vez? —preguntó la mujer.

—No, me ha confiado la mercancía por esta vez —sonreí.

Mientras descargábamos las cosas del carro, miré hacia los muros.
Justo sobre la puerta del distrito habían algunos soldados.
Pensé que, a lo mejor, uno de ellos era Connie.

Con ese pensamiento en mente y una sonrisa, seguí con mi trabajo.
Sin embargo, un gran estruendo seguido de un temblor hizo que toda la gente se detuviera.

Las miradas se dirigieron rápidamente hacia el muro, donde una gran cabeza se asomaba.

De un momento a otro, la puerta voló en pedazos y cundió el pánico.

Al desaparecer el titán, algunos soldados descendieron de lo alto del muro, intentando calmar a los habitantes.

—Por favor, mantengan la calma... Les ayudaré con eso, pero por favor, salgan rápido de aquí.

Esa voz me resultó familiar, me giré y vi a Connie, intentando quitar las ataduras de un caballo ya que unas chicas intentaban escapar sobre él.

Sin pensarlo, me acerqué a ellos.

—¿Necesitas ayuda? —dije, comenzando a tirar de la cuerda para desatar el nudo.

—¿[T-tn]? ¡¿Qué demonios haces aquí?!

—Vine para...

Unos gritos avisaron a todos que los titanes ya comenzaban a entrar en el distrito.

—Luego nos veremos, con suerte. Ahora marchaos —dijo liberando por fin al caballo.

Corrí hacia la otra puerta, donde la gente se amontonaba para salir.
Un carro ocupaba la única salida del distrito, haciendo que todos se pusieran como locos.

Finalmente, una chica intervino y logramos salir.

Los soldados de la Guarnición nos brindaron un sitio en el que quedarnos mientras ocurría aquel desastre.

Todos rezaban para que no ocurriera lo de cinco años atrás y la humanidad se viera obligada a retroceder hasta el siguiente muro.

Estaba muy nerviosa.
El Cuerpo de Exploración se encontraba de expedición, así que los únicos que combatían contra los titanes era la Guarnición y los cadetes de la instrucción.
Eso incluía a Connie.

Mis ojos se cristalizaron solo de pensar en qué podría haber pasado.

Corrió la voz de que un experimento del ejército hizo que un chico tuviera un "poder de titán" o algo así.
Finalmente resultó y Trost fue sellada, consiguiendo una victoria para la humanidad.

Pasé unos días en la ciudad que albergó a los habitantes de Trost antes de volver a Ragako.

Tragué grueso, convenciéndome de que Connie estaba a salvo, mientras recogía mis cosas de la pensión que me había acogido los últimos días.

Escuché unos pasos apresurados y luego unos golpes rápidos en la puerta.
Me acerqué a ella y la abrí, encontrándome a Connie.

Enseguida se abalanzó y me abrazó, tirándome al suelo por su fuerza.

—¡Gracias a Dios! ¡Llevo días buscándote!

Aún seguía sorprendida por su repentina aparición, aún más cuando dejó muchos besos por mis mejillas, acercándose peligrosamente a mis labios.

—¡Estás bien! —reaccioné.

Volví a abrazarle y apreté fuertemente.

—Sigues siendo un enano —me burlé.

—¿Qué hacías en Trost? —dijo ignorando mi comentario y entrando en la habitación.

Se sentó en la cama, exhausto.
Me senté a su lado y le expliqué todo lo que había pasado.
No pude borrar la sonrisa de mi rostro en el proceso.

Al fin le veía, y estaba vivo.

—¿Y qué es eso de que llevas días buscándome? —pregunté.

—Bueno, después de verte me preocupé y... cuando terminó la batalla te busqué. Al principio me asusté porque no te encontraba en el registro de fallecidos ni en el de refugiados. Pero al fin te encontré —sonrió al final.

La habitación se quedó en silencio, mientras yo me sonrojaba.

No podía evitar el hecho de que estaba preocupado por mí y un montón de pensamientos me impedían pensar con claridad.

—Tu pelo... sigue rapado —fue lo único que pude decir.

Qué estupidez —pensé.

—Lo sé, intenté dejarlo crecer, pero... comencé a raparme ya que me recordaba a aquel día... Me recordaba a ti.

Esta vez, ambos estábamos sonrojados.

—No puedo aguantar más —dijo de repente.

Agarró mis hombros y me tumbó en la cama.
Se movió un poco y su torso quedó sobre el mío, pero sin aplastarme.

—Me he dado cuenta de que me gustas. Aún no comprendo como he sobrevivido dos años sin ti.

Hizo una pausa para mirar mi reacción. Miró cada parte de mi rostro y sonrió.

—Te amo.

La simpleza de mis palabras le hizo detenerse.
Creí que ni siquiera respiraba cuando se acercó a mí para besarme.

Le aparté rápidamente y me incorporé, dejándole tumbado sobre la cama.

—¿Qué haces?

No le di tiempo para explicarse, ya que esta vez me abalancé yo y le besé.

—A ver si te aclaras —sonrió tras el beso.

Dejé otro corto beso sobre sus labios y me juré que jamás volvería a perderle de vista.

•ꜱʜɪɴɢᴇᴋɪ ɴᴏ ᴋʏᴏᴊɪɴ• ⚔️ One shotsWhere stories live. Discover now