Capítulo 28

434 43 12
                                    

Capítulo 28: responsabilidades.

Han sido dos días bastante cansados en los que ninguno ha dormido absolutamente nada. Estuvimos entrenando todo el primer día y cuando Jungkook nos avisó de que ya era medianoche hicimos un círculo para reforzar el campo de fuerza que nos esconde y protege. Lo logramos a la primera y aunque al principio Grecia y yo estuvimos un poco mareadas nos acostumbramos al rato.

Luego pasamos unas tres horas en el gimnasio para calentar mas el cuerpo, meditamos, y cada quien procedió a ocuparse de lo suyo. Jungkook se encerró en su despacho, Grecia se encargó de ayudarle en lo que necesitara y le llevó comida cada que podía como la sierva servicial que en realidad es. Jimin se ocupó de cuidar la casa y cuidar la puerta de la habitación de las almas, en dónde yo estuve encerrada durante todo este tiempo.

Mi trabajo es más forzado de hacer, tengo que pensar y actuar con varias cosas al mismo tiempo y para eso requiero mucha concentración, por ello ni Jimin ni nadie puede entrar cuando estoy aquí. Es una habitación fuera de la casa, es básicamente un altar lo que hay aquí con muchas rosas. En el centro de todo está un mueble acolchado redondo de color rojo que es en donde descanso mientras fabrico y doy órdenes. A mi alrededor hay espejos de todos los tamaños con marcos de oro, en cada uno de ellos se transmite un escenario diferente pero en el mismo lugar, los espejos hacen el mismo trabajo que una cámara de seguridad pero mucho mejor. Frente a mí está el espejo más grande, en dónde la imagen de mis tres parcas hilan la trama de la vida de los humanos.

Cloto vigila rueca y desenreda las bolas de hilo que yo voy fabricando en mi peinadora, Láquesis le da la vuelta al uso y Átropos es quien se encarga de cortar el hilo de la existencia a quien su tiempo de vida ya ha caducado. Tengo un ejército de Parcas trabajando, pero estas en específico son como mi mano derecha. Las tres hermanas encapuchadas sin ojos forman parte de la corte del limbo, de la que una parca en especial es la jueza; Thanatos.

La cantidad de criaturas que tengo a mi servicio es infinita, pero estos son los principales asignados por mí. Algunos ni siquiera me han visto, pero trabajar para mí sigue siendo un honor.

—Ana María Valverde Villamizar —pronuncian mis labios lo que leo en el contrato a mi lado mientras mis manos siguen trabajando—: Cuarta vida, le queda una. Testaruda a morir, no aprende de los errores.

—¿Moksha? —pregunta la hermana del medio, Láquesis.

—Aún no, denle otra oportunidad. Le quedan tres minutos de vida.

—¿Karma? —indaga la hermana mayor, Cloto. Respondo sin titubear el cuento que ya me sé mientras sigo peinando con fluidez y parsimonia el hilo con la aguja. Ahora que está listo se la doy a una de mis almas para que se la dé a Cloto a través del espejo, y así, termine el proceso.

—Asesinó a muchos niños hijos de la aristocracia —Átropos ríe inoportuna como siempre, la desgracia ajena es su diversión—, ahora tiene un pequeño hijo que sufre por su culpa.

—¿Qué pasará con el niño? —pregunta la hermana menor sin borrar su perturbada sonrisa.

—Carlos tiene un futuro brillante, así que hay que hacerlo sufrir hasta que termine la adolescencia.

—Como ordene, majestad —responden a la vez las tres de forma burlona y chillona, si no las conociera diría que se están burlando de mí y planean ignorar mis órdenes, pero no lo harán, no pueden.

—Criseida —llamo a una de las niñas, la mayoría está entretenida peinando mi cabello o caminando por ahí arreglando cualquier cosa en espera de que les diga algo. Ella se acerca sonriente con sus ojos blancos brillando de emoción, le entrego la peinadora—; encárgate —asiente acatando la orden y luego me dirijo a las demás—, ya vieron lo que hay por hacer, si algo pasa me avisan.

Moonchild: The Life |Jeon JungkookWhere stories live. Discover now