POV Narrador
Entonces me dijo: "No vas a poder esquivar ese arrecife", obviamente tenía razón, igual lo hice y me quedé atascado toda una noche entre los corales. - Oboro contaba una de sus muchas historias graciosas a sus nuevos mejores amigos y estos lo escuchaban con atención. - ¡Llegamos! - dijo mientras entraban por un gran arco de flores primaverales y caminaron hasta el centro de los árboles. - ¡Emi! - vieron a una chica de alas naranjas, cabello celeste, baja y de ropas coloridas.
¡Oboro! - voló hacia ellos y tumbó al recién mencionado al abrazarlo. - Hace tiempo que no me visitabas. Te extrañé tanto. - levantó su mirada a los otros dos. - Por Airea. - se acercó a ellos. - Desde cuando tienes amigos tan guapos. - básicamente los examinó con emoción.
Lo son, ¿No? - rió levantándose. - Los conocí hoy en la costa, ahora somos mejores amigos. - se apoyó en el hombro de Aizawa.
Hablando de bellezas. - lo miró con una sonrisa pícara. - ¡Nemuri, mira quien está aquí! - rápidamente se apareció otra chica de cabello negro, largo, de muy buen cuerpo, alta y vestida con ropas negras, normalmente usaba los vestidos de noche como ropa casual.
¡Oboro! - gritó la chica y abrazó a su amigo. Este agradecía la forma del abrazo ya que tenía su cabeza en su pecho y sentía la fragancia de lavanda adormecedora de la mujer.
Hola Nemuri. - sonrió como un bobo disfrutando la cercanía. - Ellos son Hizashi y Shōta. - los señaló aún pegado a Nem.
Oboro tienes a amigos muy lindos. - dijo la azabache mirándolos. Ambos se sonrojaron por la vergüenza que sentían al recibir los halagos. - Nunca había visto a un gato de cerca. - puso su mano debajo de la barbilla del chico.
Y yo nunca había visto tan de cerca las facciones de un elfo. - Emi miraba el rostro del rubio con atención recordando cada detalle.
Esto era algo natural en las hadas, al ser expertas en la belleza acostumbran a ver con atención el físico de los demás.
Uh, tengo una pregunta Shō. - todos miraron a la más alta. - ¿Si te toco en un lugar en especifico que sucede? - quedó confundido por la repentina pregunta.
Eh... ¿No lo sé..? - contestó con una duda y Nemuri, sin pensárselo más, aprovechó la mano debajo de su barbilla para rascarlo. El menor soltó un bajo ronroneo y todos lo miraron.
Aw~, ¡Después de todo sigues siendo un gatito tierno, aunque tengas ese rostro tan serio! - lo abrazó dejando su cara en sus senos.
¡¿DESDE CUANDO ES NORMAL
QUE ALGUIEN TENGA SENOS
TAN GRANDES?! ¡AYUDA!Rieron ante la vergüenza del felino y conversaron más para conocerse tal y como Hizashi y Shōta hicieron al principio.
Luego de un rato Emi y Nemuri les ofrecieron un recorrido por la zona, pero para hacerlo primero tenían que hacer una transformación de alas temporales para que sea más práctico, así que los llevaron a un taller.
Esta transformación era para las demás especies que deseaban tener la experiencia de volar como las hadas. Estas crearon alas con su magia para poder conectarlas a su portador y que así las use por un día entero. Tal y como la transformación a tritón o sirena, el físico cambia según la persona.
Vale, tenemos este par. - Emi sacó unas grandes alas verdes. - ¿Qué opinas?
¡Se ven muy bien! Combinan con mis ojos. - la más baja se las puso sobre la espalda superior y las activó con su magia.