Shinso No Le Sabe Al Amor - Shinso.

4.

- ¡DING DONG! - sonó el timbre de mi casa.

Me encontraba durmiendo en uno de los sillones al escuchar el timbre, pero como era un día feriado tenía tanta pereza que no quería ni levantarme a ver quién era.

- ¡DING DONG! ¡DING DONG! ¡DING DONG! ¡DING- -.

No aguanté el ruido del timbre y abrí la puerta emputado; estaba totalmente listo para dar golpes a lo Bruce Lee.

- ¡Feliz cumpleaños, Shinso! - exclamó Coral, con un pastel decorado y un regalo envuelto.

(Pero hoy no es mi cumpleaños-- Chingada madre, sí lo es, lo había olvidado).

Solté un suspiro.

(Mejor pasa rápido antes de que te cierre la puerta en la cara por venir a perturbar mi día de paz; no lo hago solamente porque me compraste un pastel y un regalo, sino ya lo habría hecho desde hace unos 6 segundos, perpetradora de casas).

Le hice espacio en la entrada para que ella pasara, a lo que ella entendió y entró a mi casa.

Dejó el pastel en la mesa. Se sentó en el sillón.

- Me gasté todo el dinero que conseguí en el Oxxo comprándote el pastel y el regalo. El pastel se lo compré a doña Pérez, son muy lindos - dijo con una sonrisa.

(Ay no, ¿la doña Pérez no es la que hace los pasteles con leche cortada?).

- Pero míralo, ¿no es muy lindo como para cortarlo...? - le comenté en un intento de persuadirla.

Ella lo miró con una expresión de tristeza.

- Mejor comamos cualquier otra cosa... - dije, con la voz más desanimada que pude hacer.

Coral, antes de que me llevara el pastel me dio mi regalo y me cantó las mañanitas.

(Vaya, una camisa de gatitos... Usaré esto el resto de mi vida, me encanta).

Tomé el pastel entre mis manos, dejándolo en la cocina.

(Eso estuvo cerca, un poco más y partía el pastel).

Agarré lo primero que vi en el congelador y se lo di; al parecer, es helado de vainilla.

...

Nos pusimos a ver películas mientras ella me cuenta sobre sus gustos.

(La verdad, sus gustos no cuadran con los míos, son muy raros).

- Lo peor es que un día me quitaron mi cuchara. Es decir, mi vida - se quejaba mientras comía helado.

- ¿Tanto te gustan las cucharas? -.

- Adoro las cucharas -.

(Acabo de usar mi quirk, ¿por qué no funciona?).

- Coral, ¿cuál es tu quirk? - pregunté.

Ella sonrió.

- Bueno, tengo dos, uno de mi padre y otro de mi madre. Solo puedes saber es uno de ellos, ya que el otro es un secreto -.

La miré confundido.

(Dejando de lado que acaba de pasar de nuevo eso de que mi quirk no funciona con ella... ¿Hay razones para ocultar un quirk?).

- Mi quirk es "Manipulación del alma". Me permite cambiar mi cuerpo a disposición. Puedo hacerme más larga, puedo hacerme chiquita, puedo cambiar mi apariencia; todo lo que yo quiera con mi cuerpo. También está acompañado de una gran flexibilidad por naturaleza. Se puede utilizar en cualquier ser vivo durante 1 hora antes de necesitar descansar 10 minutos -.

(Ese sin duda es un muy buen quirk para un héroe, qué envidia. Comparado con el mío que es solo control mental si me responden su quirk es muy poderoso).

- El mío es-- -.

- "Lavado de cerebro", ya sé cuál es tu quirk - me interrumpió para tomar una cucharada de helado y ponerla entre sus labios.

Mi mente quedó en blanco mirándola deslizar la cuchara hasta su boca. Sacar la cuchara. Relamió sus labios, concentrada en la aburrida televisión, el cual reproducía un episodio de Los Backyardigans.

De pronto, se levantó de un salto y se puso a perrear con la canción de Pablo Detective.

Inevitablemente, reí mientras la observaba hacer bobadas aleatorias.

En eso intentó dar una voltereta, fracasando y cayendo al suelo.

Yo seguía riendo sin filtros.

- ¿Es-- - solté un jadeo, calmando mi risa - ¿Estás bien? - pregunté, intentando levantarme.

- No, me siento mareada... - dijo sobando su trasero, donde se acababa de lastimar.

Por alguna razón miré el frasco de helado. Alcancé a leer "Ron y Pasas".

Mi menté se nubló una vez supe el contenido del helado, emborrachándome instantáneamente.

(Eso explicaría todo...).

Fue lo último que recuerdo de ese día.

Continuará.

By: 🌸Nae🌸.