5.

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Miré a Shinso tambalear y caerse.

Me pude acercar a él gateando con dificultad, observando su rostro enrojecido por haberse estampado la cara contra el suelo.

- ¿eStáS biEn? - pregunté mareada, todo se movía.

- rOn y pAsaS. aGárRraTe de alGo, dOña PerEz hEcHizó el piSo y POr eSo se muEve... - dijo en murmuro, abrazando el sillón.

- ¡oOoH nOooOo! - me agarré a sus piernas.

Con una mano, empecé a golpear el piso.

- ¡sUelo mAlO! -.

Shinso se unió.

- ¡eRes hOrriBlE, te cAmbiAré pOr unO qUe sí es bUenO maÑanA, yA no te qUieRooOooOooOoOoOooOo! -.

Ya satisfecha y sintiéndome victoriosa después de mi pequeña batalla contra el piso intenté levantarme, pero mis piernas fallaron y caí encima de Shinso.

Él me miró encima de él, procesando lo que acaba de pasar.

El susto fue tan grande que hasta quedé sobria.

Sin previo aviso, acarició con delicadeza mi cabello. Su otra mano tomó mi nuca, acercando mi rostro al de él.

Nuestras narices se tocaban, y respiramos agitados por todo lo que pasó y pasaba.

Abrió su boca.

- ¿Sabes por qué no quería comer el pastel que trajiste...? - susurró cerca de mí, casi rozando mis labios.

- ¿Por qué? -.

- La doña Peréz hace sus pasteles con leche cortada. Son muy bonitos y todo, pero saben feo -.

Una carcajada salió de nuestras bocas, aún seguíamos algo borrachos.

(Yo estoy borracha, él está volando en unicornios).

- Coral, ¿sabes que estás provocando algo mientras estás encima mío...? -.

- No, ¿qué? - respondí, mirando a sus ojos.

- Que se me duerman las piernas, pesas mucho -.

Nuevamente nos reímos.

- Mañana no creo que recuerdes nada de esto, Shinso, así que no pierdo nada en hacer lo siguiente - dije, calmando mis carcajadas.

- ¿Qué-- -.

Eliminé los centímetros de distancia entre nuestras caras, juntando nuestros labios en un beso lindo, sin intenciones ocultas. Era como un beso blanco, uno tierno.

Él no cabía en su sorpresa y confusión.

Separé nuestros labios, mirando la expresión sorprendida de Hitoshi.

- Yo... Yo... - él intentaba decir algo, pero no articulaba palabra.

Una sonrisa se formó en mi rostro.

En silencio, me levanté de encima de él. Tomé mis zapatos.

- Feliz cumpleaños, Hitoshi Shinso -.

Me puse mis zapatos para salir de ahí, dejando a un borracho y sorprendido Shinso en el suelo de su propia casa.

Continuará.

By: 🌸Nae🌸.

Shinso No Le Sabe Al Amor - Shinso. Where stories live. Discover now