Tengo una amiga muy querida. Todos la aman. Quiero que no sea mi amiga, pero no la quiero lejos. Me molesta que seamos amigos, pero es tan agradable que me encanta tenerla a mi lado.
No quiero que sea mi amiga, ¿entonces qué quiero que sea?
Shinso...
La tranquilidad y la ternura continuaba reinando en el noviazgo de Shinso y Coral.
Sus 6 meses de relaciones habían sido los 6 meses más felices de sus vidas, con citas, juegos y sobre todo, besos y abrazos.
Sin embargo, Shinso todavía no se acostumbraba a Coral; se alteraba cada vez más.
- ¿Sigues haciendo eso? Ya llevas buen rato escribiendo, me estoy aburriendo.
Coral seguía esperando (molestando) a Shinso en la hora de la merienda, pero él seguía ocupado desarrollando una tarea tardía.
- El profesor me dijo que tenía hasta hoy para entregarlo.
La chica refunfuñó buscando que el pelimorado le prestara atención, sin tener mucho éxito ya que Shinso seguía muy trabado con las preguntas.
De pronto, su mente se iluminó.
Sin previo aviso se arrecostó sobre la espalda del Shinso -quien seguía sentado- y enrolló sus brazos alrededor del cuello del contrario, quedando pegada a él.
Shinso se alarmó, sintiendo el pecho de la fémina en su espalda. Respiró hondo, calmando sus pensamientos y cuerpo para seguir escribiendo.
Al no ver reacción alguna, Coral apoyó su mentón sobre el hombro izquierdo de Hitoshi, para observar la mano de Shinso escribir en el cuaderno.
- La respuesta de la 2 es A - se dijo Coral, sorprendiendo a Shinso.
- Escuché que era la C.
- ¿Crees que tiene sentido la C? De seguro estaban bromeando contigo - le pinchó la mejilla con su dedo índice en venganza por contradecirla.
Sintiendo que iba a explotar, borró su respuesta para colocar la A.
- Gracias.
Una sonrisa se formó en el rostro de Coral. En respuesta al "gracias", ella cubrió su rostro con el cuello del chico, discretamente oliendo la fragancia de "Fresh", un perfume que ella misma le había regalado semanas atrás.
Al levantar la vista, notó de inmediato las orejas rojizas del chico, quien seguía con su mirada fija en el cuaderno.
- ¿Cuándo terminarás la tarea?
- Cuando la termine - respondió él, sarcástico.
Continuó mirándolo muy de cerca un rato, jugando a recostarse sobre él, a tocar el cabello del chico, a darle besos y decirle cosas amorosas.
- ¿Cuándo terminas?
- Ya la estoy terminando.
Ella rió.
- ¿Cómo? Llegas un rato sin escribir nada.
El chico se sintió apenado, así que terminó rápidamente de copiar.
- Voy a entregarla.
Se levantó, no sin antes quitar a la chica de encima de él y darle un beso en la mejilla de despedida.
Shinso fue a entregar la tarea para luego se encaminarse al baño.
Al cerrar la puerta del baño, soltó un grito de frustración.
- ¿Por qué tiene que excitarme así? - exclamó, sonrojado.
Su cara roja resaltaba con sus labios temblorosos y cabeza apunto de estallar.
Hitoshi ya llevaba un tiempo sintiéndose de esa manera. Era difícil no sentirse así por Coral, ya que era la chica a la que Shinso más amaba y obviamente que ella (y su figura) le atrae tan fuerte que lo está volviendo loco, y su reciente erección es prueba de eso.
- Vamos, vamos. Mi pequeño Hitoshito, contrólate. Ella se sentirá incómoda si eres así cuando ella juega contigo, cálmate.
Se sentía triste al pensar en que ella se asquearía si se llegara a enterar de que Shinso tenía pensamientos lascivos de ella en ciertas ocasiones.
De pronto, ya se encontraba sollozando.
- Por fin encontré a alguien que me gusta y por fortuna yo también le gusto a ella - sorbió su nariz rojiza - ¿Por qué tengo que arruinar todo...?
Y estalló en llanto, intentando desesperadamente detener sus lágrimas sin éxito.
- Lo siento, Coral. Soy un ser despreciable, no te merezco. ¡Te amo, lo siento tanto...! - exclamaba, sin siquiera pensar en que alguien podría entrar y escuchar sus lamentos.
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Demoró demasiado en el baño llorando por sentirse culpable, tanto que no pensaba en que estaba gritando y alguien fuera del baño lo esperaba, escuchando sus penas con una ligera sonrisa.
