Recuperación, redención y romance [TERMINADA]

Capítulo 29: Admisiones Accidentales

Thorin les preparó té y salió con una bandeja con dos tazas, diferentes tipos de té en cada una y algunos bollos.

"¿Qué pasó?" Thorin preguntó cuando estaba sentado frente a Bilbo.

"Entré en la madriguera de un conejo y me torcí el tobillo, como dije, nada muy impresionante".

"¿Y Legolas estaba allí?"

"Le está mostrando a Kíli algunos árboles de nueces", dijo Bilbo con una sonrisa. "Ha sido increíblemente útil".

"Aparentemente," dijo Thorin con el ceño fruncido. "Quiero que Gluna te mire de todos modos."

"Ella no podrá decirte más que Legolas y yo", dijo Bilbo y tomó un trago. Bilbo hizo una mueca ante el sabor amargo del té. Miró a Thorin esperando ver una sonrisa, pero se encontró con que el Rey lo miraba con atención.

"¿Necesitas algo más?"

"No", dijo Bilbo. "Sé que tienes reuniones hoy. Puedes volver a tus deberes. Le dije a Doma que no te retirara de tus reuniones por mi lesión".

"Me alegra que haya venido a buscarme", dijo Thorin y arrastró el pequeño taburete de la antigua habitación de Bilbo para poder sentarse.

"Thorin." Bilbo hizo una mueca ante el persistente sabor amargo en su boca. "Puede volver a sus reuniones".

Thorin negó con la cabeza. "Quiero escuchar lo que Gluna tiene que decir".

Bilbo asintió y bebió lo último del té rápidamente para terminar.

"Sé que ayudará", dijo Bilbo. "Pero ese té no se merece ese nombre".

Thorin asintió muy seriamente y miró hacia la puerta. Bilbo negó con la cabeza y se reclinó. Cerró los ojos tratando de enfocarse en algo más que el latido constante y rítmico que irradiaba por su pierna desde su tobillo. Sabía que era un poco peor que un simple esguince, pero no quería que Thorin pensara que necesitaba pasar tiempo con Bilbo cuando había muchas cosas más importantes que el hobbit por las que Thorin debía estar preocupado.

Gluna llegó, chasqueó suavemente a Bilbo y luego le revisó el tobillo.

"Esguince grave", dijo. "Manténgalo elevado y no camine sobre él más de lo necesario. Sabe cómo cuidarlo, Maestro Bolsón".

"¿No hay nada que podemos hacer?" Preguntó Thorin.

"No", dijo Gluna, moviendo la cabeza en tono de disculpa hacia Thorin. "Se curará solo, descanso y relajación".

"Muy bien", dijo Thorin. "Gracias, Gluna."

"Su Majestad, Maestro Bolsón", dijo antes de volverse para irse.

"¿Te gustaría mudarte a la cama?" Thorin preguntó mirando entre el tobillo hinchado de Bilbo y la cama blanda.

"No", dijo Bilbo. "Podré llegar allí solo cuando esté lista. Tengo comida y té, gracias. Puede regresar a sus reuniones si lo necesita. Es solo un esguince; no necesita cambiar sus planes".

Thorin le frunció el ceño. "No voy a dejarte solo cuando estés herido".

Bilbo abrió la boca para hablar pero hubo un golpe en la puerta que lo interrumpió. Thorin se puso de pie y caminó hacia la puerta; Gani estaba al otro lado con dos enanos desconocidos a sus espaldas.