BESOS AMARGOS (COMPLETA)

4.RENKOTSU

Narra Renkotsu...

No pensé que fuera tan fácil burlar la justicia, esas mujeres deben de estar realmente asustadas como para no querer testificar en mi contra. Por un momento pensé que alguna de ellas me reconocería, pero quizás, el trauma fue más fuerte de lo que imaginé.

Hace una semana que me han estado vigilando, el agente Sesshumaru busca sin parar una sola prueba que pueda condenarme, pero gracias a mi jefe el no encuentra nada. Sé que ese día en que me interrogaron ahí estaban las mujeres, como me hubiera gustado verlas, para ver su reacción al escuchar mi voz. Cada una de ellas era muy hermosa, supongo que después de lo ocurrido su sonrisa debió de desaparecer, pero la belleza no se pierde de un día para otro.

— Debes de ser más cuidadoso Renkotsu — me dice mi compañero — el jefe sabe que has metido la pata, si vuelves a buscar problemas él no dudará en encargarse de tí.

— ¿¡Cuál es tu maldito problema!? — grito, nunca he podido llevarme bien con el — si el jefe está enojado conmigo me lo hará saber el personalmente, no necesita que perros como tú vengan a traer sus noticias.

Mi compañero esta furioso, nunca le ha gustado que le llamemos perro, el ha querido dejar al grupo otras veces, pero está metido en esto como cualquiera de nosotros, es imposible que se salga de esto, mucho menos ahora que falta tan poco para lograr nuestro propósito.

— Solo te advierto una cosa Renkotsu — me dice amenazante — Aléjate de esas mujeres, ellas han sufrido mucho.

Una carcajada sale de mi boca, este imbécil está teniendo remordimiento de conciencia, como si para un monstruo como él fuera posible sentir algo así, personas como nosotros no tenemos conciencia ni sentimos arrepentimiento.

— Por si no lo recuerdas, permíteme refrescarte la memoria, tu participaste en las desgracias de esas mujeres, ahora no vengas aquí sintiéndote culpable.

— ¡Te atreves a tocarlas y te mato! — dice tomándome del cuello, había olvidado lo fuerte que es.

— ¿No me digas que te enamoraste de una de ellas? Déjame adivinar, la pelirroja de curvas sorprendentes, no no no la azabache de cabellos lacio, mmmm debo admitir que ella está exquisita, pero tú empezaste a actuar así con la azabache de ojos azules, ¿Cómo se llama? ¡Aome! Si la chica de tetas gran...

Un fuerte dolor hace que me trague mis palabras, el imbécil me golpeó con el puño, pero sirvió de algo, la ganadora es Aome. Quien Hubiera pensado que el más frío de nosotros se enamoraría de una de las chicas.

— ¡Última advertencia, si no quieres morir alejate de ellas!

El imbécil se va dejándome tirado en el suelo, esta se la voy a cobrar caro, y ahora se muy bien cuál es su debilidad.

El jefe me mandó llamar tal como lo dijo mi compañero, y si, estaba furioso, desde que iniciamos con esto tenemos prohibido meternos en problemas, no queremos llamar la atención de la policía, eso sería sumamente malo para nuestro objetivo, solamente uno, uno mas y cada uno de nosotros podrá hacer lo que queramos.

— No volverá a pasar jefe, — le digo agachando la cabeza.

Él se pone de pie, siempre ha tenido una presencia que incómoda e intimida, el mayor de nosotros, una gran familia que decidió reunirse para tomar venganza.

— Renkotsu, ¿No has olvidado nuestro verdadero motivo? ¿No has olvidado el porqué hacemos lo que hacemos?

— No...no jefe...ya sabe que desde un principio me comprometí en esto.

— Eso espero, ya es suficiente con tener que lidiar con la inseguridad de uno de nuestros miembros como para tener que preocuparme de que alguien más mande a la mierda todo lo que hemos logrado — dice con su mirada fría, toma unas fotos del cajón y las lanza sobre el escritorio, me estremecí con solo mirarlas — No me importa tus fetiches, si gustas de ir a bares y tirarte a cuánta mujerzuela te pase por el frente es tu problema, pero debes controlar tu carácter, si una de ellas no quiere cumplir tus fantasias evita golpearlas, o volverás a ser arrestado y quizás esas mujeres decidan ahora sí testificar en tu contra.