Capítulo 39

315 30 20
                                    

Caddie

Digamos que la parte de la charla llegó después de acabar para él unas tres veces, pero bueno, en mi defensa, él chico sabe lo que hace.

Aspiro profundamente su fragancia al tiempo que detallo sus músculos con delicadeza mientras me encuentro acostada sobre su firme pecho desnudo, se siente tan irreal estar así con él después de tanto tiempo que no logro creérmelo, todo es tan perfecto que temo que vaya a romperse dentro de cualquier segundo.

—No puedo creer que vayan a ser padres —comento luego de ver los minutos pasar y pasar aferrada a él.

—A veces la vida nos sorprende estorbo, estoy seguro de que ellos también están haciéndose a la idea —responde tranquilamente, rozando su boca contra mi oído, lo que me hace estremecer.

—¿La vida te sorprendió Kaden? —preguntó divertida mientras disfruto de sus mágicos dedos acariciando la piel descubierta de mi espalda debajo de la tela de su remera.

—Por supuesto, muchas veces, aunque mi favorita fue cuando una tal Caddie Duval apareció en la oficina de mi hermana para una entrevista de trabajo, que loco que ahora esté en mi cama ¿no te parece? —reí por lo bajo y me incorporé de su pecho para tenerlo de frente.

—¿Así que soy tu sorpresa favorita? —pregunto ahora mirándolo a los ojos.

—Eres mi estorbo favorito Caddie —corrige mi frase acariciando mi mejilla dulcemente.

Mordí mi labio inferior y le sonreí antes de volver a acostarme cómodamente en el mismo lugar de antes.

Las palabras quedaron de más por un rato, solo nos bastaba con tenernos en ese momento, tan solo observarnos, tocarnos, acariciarnos y besarnos cuando no podíamos resistirnos nos fue más que suficiente.

A veces hablar no es necesario, a veces las palabras no pueden expresar tanto como las acciones, eso siempre me quedó más que claro cuando se trata de Kaden.

—¿Alguna vez te conté que fue lo que pasó conmigo la primera noche que pasé en Nueva York? —su voz sonó ronca y profunda cuando volvió a hablar después de un tiempo, yo casi había conciliando el sueño entre sus brazos.

—No... —respondí suavemente.

—Pues me emborraché de tal manera que terminé internado un par de días después de chocar el auto contra un árbol —explicó tranquilamente como si se tratara de algo de lo más normal, pero mi corazón entró en colapso ante sus palabras y me senté en la cama de golpe para poder mirarlo.

—Kaden por Dios, ¿acaso quieres matarme de un infarto? ¿Cómo puedes contarme esto tan tranquilo? —le reproché, imaginarme a un Kaden completamente borracho y herido dentro de un auto chocado es algo que no puedo tolerar.

—Lo siento, no sé porque quise contarte eso.

—Hey, está bien —dije dulcemente acariciando su mejilla, él cerró los ojos ante mi contacto, hasta su corazón parece haberse tranquilizado—. ¿Por qué habías hecho algo como eso?

Sus ojos volvieron a encontrarse con los míos al pronunciar esas palabras, y en ese instante supe que es algo que no le gusta recordar.

—Porque estaba perdido sin ti y no sabía que más hacer, me había comprometido con Maya y tenía que hacerme cargo de la empresa de mi padre... —suspiró pesadamente—. Y te tenía a cientos de kilómetros de distancia de mí. —finalizó mientras su mano derecha fue a acariciar mi mejilla en una caricia reconfortante—. Luego busqué ayuda. Supe que debía hacerlo para estar mejor. Mejoré y tú al fin volviste a mi vida.

Inefable [Libro 1] Palabras bonitas (Disponible en Amazon)Where stories live. Discover now