ARMAN © [#2 Serie Velkov]

☆CAPÍTULO 6☆

Flores

Arman

Puedo notar la cara de enfado que tiene mi madre, tanto se nota que se ve como en sus ojos me arranca la cabeza. Mi padre, está detrás de ella intentando estar enfadado, pero por solo mirarle solo veo como se aguanta la risa.

—¿Qué estáis haciendo? ¿Acaso pensabais que no nos íbamos a enterar de esto? —espeta molesta, se acerca a la mesa.

—¿De qué estás hablando? —pregunto.

—No te hagas el tonto Arman, sabes de lo que estamos hablando ahora mismo. Vuestra foto está en todos los noticieros. ¡Todos!

Esta es mi decisión, incluso mi madre sabe que esta decisión traerá muchos más ingresos a la empresa, más dinero para mí. Hasta que tenga el título de la mafia, haré que está empresa me traiga el máximo dinero posible.

—Katerina, querida. ¿Podrías salir un momento y dejarnos a solas con nuestro hijo? Por favor.

—Claro que sí.

Observo como camina hasta la puerta y salir.

—¿Qué has hecho para que la chica aceptara esto?

—Nada —acerco la silla y me siento en ella.

—¿Nada? —pellizca el puente de su nariz buscándose la paciencia— ¿Me crees idiota? Arman, no es muy posible que una chica que te conoce de solo 3 días te esté aceptando a ti un matrimonio de la nada. ¿Ves eso lógico? Porque déjame decirte cariño que yo no.

—Como tú decías mamá, debo tomar las decisiones por mí mismo, aquí está la primera.

—¡¿Casándote con una completa desconocida?! —se altera— Digo, la chica se ve simpática, pero no la conoces hijo. No sabes nada de ella.

—Se ira descubriendo por el camino.

—No te mato porque eres mi hijo y me dolió mucho traerte al mundo, porque si no ahora mismo te tragarías todas las palabras.

—Es la misma situación que mi padre hizo contigo —miro a mi padre, el que ahora me está matando con la mirada.

Mi madre lo mira y empieza a reírse.

—A mí no me hace gracia que lo sepáis —se queja.

La risa de mi madre deja de oírse de repente.

—¿Entonces si la has amenazado con algo?

—No se sabe.

—Tarde o temprano me enteraré de esto —se levanta de la silla—. Mas vale que tú tampoco sepas nada, Velkov, porque te dejo estéril —apunta a mi padre y mis ganas de reír vuelven, pero las aguanto, porque el estéril quedaré yo a este paso.

Se aleja hacia la puerta y antes de salir, me vuelve a mirar.

—Sé que ella tampoco me dirá que está pasando, pero recuerda. Soy la Dama de la Mafia, sabré pronto lo que está pasando por aquí.

Mi padre se queda en la sala.

—Ponle el trabajo más fácil a tu madre, díselo y listo. Porque el que va a sufrir su frustración seré yo, no tú.

—No creo que se va a poder —respondo.

—Al final el que dejará estéril a alguien, seré yo y la victima serás tú.

Me limito a reír y solo esperar que mi madre no corte la cabeza. Si eso no pasa, pues tendré todo controlado.

—Galeb —llamo su atención—. ¿Cómo soportas a mis padres cada día?