Parte 4: La comisaria

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Llegamos a la comisaría más cercana, ahí nos derivaron a la de menores que está al frente del parque del amor, apenas llegamos, dejamos que el padrino hablara con los encargados de la comisaria, él le conto con lujo de detalle todo lo acontecido, tomaron apunte de su declaración, posteriormente la mía como agraviado y para finalizar la del segundo agraviado, llevaron al chico a otra habitación, ahí tendría que esperar la llegada de sus padres, en esa habitación estaba una mujer policía y un joven con ropa de karate de aproximadamente 16 años que tenía retraso mental, apenas ingresaron al chico, el joven no dejo de obsérvalo y de cuestionar sus actos, de la manera más ingenua posible:

- porque haces cosas malas? – joven -

La respuesta del chico fue puro silencio, mientras el joven seguía su interrogatorio informal.

- mi mamá dice que tú eres la lacra de la sociedad – joven –

El chico ofendido por las palabras del joven, trato de agredirlo, mientras la policía lo hacía sentarse, la mirada del chico fue tomando un odio acérrimo contra el joven, quien fue llevado a otra habitación por la mujer policía.

A fuera de la comisaria se cruzarían la madre del adolescente delincuente y el padrino, quien se percataría que conocía a dicha mujer, entablo una conversación amistosa con ella y le pregunto por el padre del menor, quien era un amigo de antaño del padrino, ella desconfiada al inicio, pero accediendo al final, al escuchar las anécdotas que compartía el padrino con su marido, le dio el número de celular de su pareja, el padrino rápidamente llamo a su amigo, quien recibió con agrado la llamada de su antiguo amigo, el padrino le preguntaría porque no estaba en la comisaria, él le respondería de que era imposible ya que estaba con requisitoria, el padrino rio, era raro verlo reír, pero sabía que tena todo bajo control y llego a un acuerdo con su amigo, no le pondríamos ningún cargo a su hijo, pero a cambio tendría que delatar a sus compañeros, después de todo lo que queríamos era recuperar lo robado, obviamente la policía se quedaría fuera del caso, acepto el acuerdo y liberaron a su hijo, mientras el segundo agraviado se quejaría, pero el padrino le dio la dirección del chico por si quería vengarse, el acepto y se marchó, aunque nunca sospecharía que esa no era su dirección.

Nos encontramos con elamigo del padrino 3 cuadras más adelante, el chico acuso al padrino de darle ungolpe con la manopla y la reacción de su papá fue darle otro golpe, argumentandoque si no era bueno para robar entonces porque chucha lo hacía, el chicoacostumbrado a esos maltratos solo asintió con la cabeza, y aunque en un iniciose negó a revelar a sus cómplices, su padre lo convenció al darle otros golpes,no quedándole otra opción revelo la dirección de los cabecillas, los 2 vivíanen manzanilla a unas cuantas cuadras de la iglesia del señor de Luren, ya sabiendolas direcciones tomamos rumbo a recuperar lo robado. 

                                             Jaime Antognolli Lavarello Pacheco

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                                             Jaime Antognolli Lavarello Pacheco

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