∆El Comienzo∆

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-Chicos, ¿Están listos? Hay que celebrar estar de nuevo en casa, juntos los tres- en el sótano del edificio donde vivían, Wooyoung le hablaba a los otro dos alfas que se acomodaban su ropa y cabello frente al espejo que colgaba de unas paredes mientras estaba recostado desinteresadamente en el sofá.

-Si, apestaba no poder salir mientras estuvimos en Alemania. Eso sí los negocios quedaron cerrados a la perfección, ahora tenemos vía de comercio libre de medicamentos a toda Europa y con eso no tendremos que tocar más dinero del emporio parental- Jongho conectaba un reloj a su muñeca y asintio.

-Por fin tenemos el control total. Ahora sí vamos que la noche no espera-.

(...)

En el auto iba conduciendo Hongjoong no paraba la conversación de futuros planes, y un par de remodelaciones que le harían al edificio donde cohabitaban, al llegar al club nocturno fueron dirigidos directamente a su panel privado, mientras estaban en uno de los muebles del lugar los tragos de ginebra con hielo iban llegando y deslizandosé por sus gargantas, picando y animándoles. La gente se estrujaba sin pudor en la pista de baile y los alfas miraban desde su balcón todas las cosas que se veían, otros alfas tomando a omegas borrachos, betas bailando más civilizadamente con algunos omegas, grupos de omegas divirtiéndose entre ellos. Un zumbido llegó a los oídos del alfa líder que le hizo retroceder y cerrar los ojos, en ese momento un olor de yogurt de durazno y flor de naranjo llego con intensidad mareandole, su respiración se aceleró y los músculos de sus brazos se tensionaron, las venas se remarcaban en su cuello y comenzó a jadear por el calor insoportable que sentía.

-Hong...Hongjoong- se sentó en el sofá siendo casi ahogado por el aroma.

-Wooyoung- Hongjoong al verle así casi como si estuviera pasando por un celo intentó acercarse pero el fuerte aroma que desprendía el alfa dominante no lo permitió y lo doblegó ante el.

-¡Jongho!- el mencionado giró su cabeza y se encontró a los dos en esa situación al mirar solo pudo ver cómo los colmillos de Wooyoung comenzaban a sobre salir, reconoció esa señal.

-¡Hongjoong! Es su destinado, debe estar por acá- Jongho miro desde el balcón si algún Omega estaba teniendo las mismas complicaciones que su líder y no pudo ver.

-Young, concéntrate tenemos que salir de acá- Wooyoung agarró el borde del sofá y se intento poner de pie a pesar del intenso pulso de su corazón, comenzaron a caminar lentamente escaleras a bajo mientras Hongjoong y Jongho solo podían mirar a su alrededor en búsqueda de el dichoso Omega.

-¿A qué te huele?- Hongjoong pregunto al otro que apenas si lograba controlar su mareo por el olor.

-Yogurt de durazno...y flor de naranjo- Hongjoong asintio e intento agudizar sus sentidos.

-Hongjoong, ni lo intentes. Hay cientos de omegas, alfas y betas acá huele de todo y no podemos diferenciar a ninguno con tantas feromonas- Jongho abrió paso entre la multitud hasta que salieron del club y llevaron al líder hasta el auto. Hongjoong condujo hasta el edificio y ahí Wooyoung ya no se encontraba mareado pero su lobo estaba en alerta total, sentía un desespero en su interior que le estaba enloqueciendo.

-Hongjoong, en mi casa tengo supresores, trae algunos por favor- Jongho le dió una rápida mirada al chico que fue corriendo hasta el primer piso del lugar.

-Jongho, ¿Le pudieron ver?- Wooyoung apenas si estaba dejando de jadear y su cara estaba cubierta por gotas de sudor.

-No, a nadie vimos sufriendo por cercanía de destinado... Hyung sabes que esto es malo- miro como su líder se acostaba aún hirviendo pero con su aroma lo suficientemente apaciguado para acercarse.

-Jongho, ten- Hongjoong le pasó la caja con la ampolleta y Jongho pudo colocar el supresor.

-Esto no es un celo normal, pero te calmara un rato-. El líder fue lentamente cayendo en un sueño dónde su lobo aullaba dándole la cara a la luna.

(...)

De manera paralela al interior de los baños del lugar había un chico que comenzó a sentir un celo abrupto, no entendía nada y se sentó en el suelo totalmente mareado, descompuesto, con calor, llegó un olor a chocolate que lo envolvió con violencia y su cuerpo temblaba.

-Por dios...¿Estás bien, San?, ¿Te drogaron?- vio a alguien arrodillarse frente a el antes de que la inconsciencia llegará.

THE ALPHA CLUB |Omegaverse Woosan, Seongjoong, Jongsang| Where stories live. Discover now