capitulo 33

451 26 6
                                    

Narra E! Vegetta

Rubius estaba en su séptimo mes de embarazo, decir que estaba nervioso era poco, en menos de dos meses tendríamos a los bebés, eso me emocionaba, pero me asustaba de lo que podría pasarle a rubius, que al ser hombre no sería de parto nada bonito, tengo miedo de lo que pueda pasarles a alguno de los tres. Pero solo un beso o ver a rubius hablar animadamente sobre una cobijita o ropita nuevo que hizo se me olvidaba ese tema, pero a veces dibagaba de más y terminaba recordandolo otra vez, recordando el miedo y preocupación.

-Amor, que te pasa? Has estado últimamente muy pensativo y se te ve preocupado- rubius se sentó en mi regazo, apoyándose en mi pecho y recostando su cabeza en mi hombro.

Lo abrace con fuerza, pero con delicadeza al abrazar su estómago, acaricie su vientre y antes de contestar recargue mi cabeza su hombro.

-Estoy asustado, tengo miedo de que en el parto pueda perderlos, perder al amor de mi vida y a mis tesoros, miedo de perder a las únicas cosas que amo y las que me dan las fuerzas, tengo miedo de perderlos de un momento a otro- le dije lo que sienta.

En cuanto termine de decir eso, sentí como se senté rectamente, se sentó de manera recta y de perfil, sin querer verlo deje mi cabeza gacha, pero el con delicadeza tomo mi mejilla, levantando mi cabeza, nuestras miradas de encontraron, viendo cómo tenía una sonrisa tierna y amorosa, sus ojos tenían un brillo que no pude identificar.

-Ay amor...todo saldrá bien en parto, nosotros tres estaremos bien, no nos iremos a ningún lado, vamos a permanecer a tu lado el tiempo que quieras y necesites, no iremos ningún lado- hablo con suavidad.

-Como estás tan seguro de eso? No sabes lo que podría pasar-

-No, no puedo saber lo que pasara, pero te puedo asegurar que los tres estaremos bien- beso con cariño mi mejilla.

-Aun así, tengo miedo de que–

-Amor, deja esa preocupación de lado, si piensas así, el día del parto lo sentirás peor, pensar esa cosas no te ayudaran en nada, trata de estar tranquilo y deja de preocuparte- rubius beso con con dulzura mi mejilla y después mis labios.

Correspondi  el beso y abrace a rubius, creo que debería de hacerle caso, dejaré de ser tan pesimista, solo me estoy preocupando de más y creo que estoy preocupando a rubius y a hora lo que menos quiero y necesita, a hora debe de estar lo más tranquilo posible.

-Vale amor, tu ganas-

-Deja de ser tan paranoico, que te ve más guapo sonriendo- me rei ante eso y esta vez a mí me tocó besarlo.

Después de eso, nos fuimos al pueblo para el chequeo de rubius, también íbamos por unas cosas más que hacían falta en casa, así nos ahorraríamos ir el fin de semana o de dejar a rubius solo, ninguna de las dos cosas no me parecían.

Cuando llegamos al consultorio de auron, esperamos un poco en la sala de espera, rubius se puso a tejer un poco y yo le veía atentamente, era realmente entretenido ver cómo movía sus manos y los hilos, aparte de que se le veía mucho más tranquilo, es el único momento en el día en el que creo que está tranquilo y no está inquieto moviéndose de un lado a otro.

-Ruben Doblas!! Ya puedes pasar- la enfermera nos avisó, rubius dejo su tejido y nos levantamos para ir a la oficina de auron.

Subimos con cuidado las escaleras y entramos dónde nos correspondía, auron nos recibió gustoso, hizo preguntas de rutina y como siempre, le indico que se preparara para la ecografía. Ayude a rubius a subirse, colo llevaba un conjunto de un camisón azul cielo (han visto la camiseta de link en el breath of the wild? Pues se hizo una para su embarazo) con unas mayas para facilitar esto y no tener que subirse el vestido.

-Bien rubius, este quieto y respira- auron puso el gel, rubius apretó mi mano y tembló un poco.

Auron veía y nos indicaba cosas de nosotros bebés, rubius sonreía enternecido y yo sonreía como bobo, ver a mis bebés se me hacía tan precioso.

Después del eco, auron nos dió algunas fotos, hablamos un poco y después de invitarlo a le y luzu a comer en casa, nos fuimos al pueblo por la despensa, le compré un helado a mi niño y mientras lo comía yo me ponía hacer las compras, claro que tenía a rubius tomado de la mano para evitar que lo mirarán con ojos de deseo, por qué embarazado se ve aún más hermoso mi prometido.

-Mor, deja de poner esa cara de celoso, que te recuerdo que después de tener a nuestros bebés nos casaremos- rubius con burla me llamo la atención y me sonreía divertido.

-Perdona mi vida, pero es que no tolero que algunos te vean así, están tan mono que se les olvida que estás casi cansado- rubius se rió y siguió comiendo su helado.

Yo mientras seguía haciendo la compra y llevando alguna cosita extra o alguna cosa que rubius me recordaba, después de eso ambos salimos de la tienda, pero no nos dió ganas de irnos todavía, así que nos fuimos a pasear por el pueblo y fuimos comimos en el restaurante.

Entre caminata, platicas y risas se nos pasó la tarde, se podría decir que fue una cita inesperada he informal, pero aún así fue divertida y ambos nos la pasamos muy bien. Antes de que tardecita nos fuimos a casa, rubius se quedó dormido dura te el camino, lo sostuve mas fuerte para evitar que se cayera, llegando lo cargue, lo lleve al cuarto y lo tape, se veía tan mono y tranquilo, que hasta a mí me dieron ganas de dormir un poco, y la verdad es que no sería mala idea tomar una siesta con rubius, me acomode en la cama, abrazando a rubius y me quedé dormido a los minutos.

Si el no te quiere.....yo te amare(E! vegetta x rubius) Where stories live. Discover now