Capítulo 54

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El clima era perfecto últimamente. Lyra se había dedicado casi exclusivamente a vagar por el bosque prohibido cada vez que conseguía escapar de la mirada conocedora de su madre. Los árboles lucían verdes y saludables, las flores silvestres adornaban el suelo con colores vibrantes y el calor no era aún sofocante, de todas formas las altas copas de los árboles cubrían el cielo despejado dejando solo pequeños espacios entre las hojas creando los más hermosos y maravillosos juegos de sombras y luces.

Era tranquilo, se respiraba paz.

Lyra se sentía libre y casi en casa cuando estaba allí afuera, no había miradas prejuiciosas ni cuchicheos y chismes. Los árboles murmuraban canciones al viento llenando su cuerpo de sosiego. Incluso podía sentir la vida dentro de ellos, podía escucharlos crecer tanto en las profundidades de la tierra como hacia el cielo y aquel era el misterio más fascinante que alguien pudiera presenciar.

Se sentía fuerte, llena de magia y llena de vida, su pecho podía explotar en cualquier momento. Eris le había hablado más de una vez sobre lo que se sentía estar enamorada y Lyra solo podía atribuir ese sentimiento a la libertad de la naturaleza, a aquellos sentimientos inentendibles que sentía allí, arremolinándose en su pecho, apretujando su corazón.

La bruja conocía cada centímetro de las primeras hectáreas del bosque como la palma de su mano, sabía que raíces se abultaban y a qué árboles trepar. Incluso le había enseñado a Florence a subir a algunos. Florence era su más fiel compañero dentro de las paredes del colegio, sin embargo, Lyra sabía que no era un fanático empedernido del aire libre, ese era más bien Bart pero Bart hablaba mucho y solo parecía capaz de mantenerse en silencio si tenía otra actividad a mano por lo que la joven bruja le había mostrado dos o tres escondites para que pudiera escabullirse con su novia y la dejara tranquila.

Mayo estaba probando ser el mejor mes para pasarlo afuera. Su tío Draco, a diferencia de sus padres, no ponía pegas a la hora de dejarla salir, solo le pedía saber más o menos en que parte del bosque pensaba estar, que llevara agua, comida y abrigo y que volviera a una hora razonable... no le pedía acompañarla o que se llevara media escuadrilla de aurores con ella.

Quizá ese era el motivo por el cual cada vez que quería salir le avisaba a su tío y no a sus padres y quizá era también por eso que tenía un cuaderno lleno de anotaciones, cuaderno de cuya existencia solo sabían tres personas: Orion, Florence y Draco.

Ese cuaderno era probablemente su posesión más preciada, en él había dibujado y anotado información sobre animales y plantas, había escrito los resultados de sus experimentos, los cambios sobre el clima, la forma en la que sentía su magia. Más de una vez había intentado explicarle a su amigo y a su hermano sobre su sentir diferente, sin embargo ni el Gryffindor ni el Slytherin parecían entender lo más mínimo. Draco, por otro lado, solo la observaba con curiosidad.

No entendían que ella sentía la magia en lugar de usarla, podía sentirla fluyendo hacia sus manos cuando tocaba un árbol antiguo, podía sentirla trepando por sus piernas cuando caminaba descalza por entre las raíces, podía sentirla en su cabeza cuando su hermano utilizaba su conección de legeremancia como si parte de la magia del mago se filtrara en ella.

Draco le había dicho que no existían registros de ningún otro mago que sintiera la magia siquiera de forma parecida, también le había asegurado, una y otra vez, que no era squib, lo que había sido una duda desde que su madre era nacida de muggles, heredera de Morgana o no. Pero muy en lo profundo Lyra sabía que no era squib, ella y su hermano habían sido testigos de cómo las cosas flotaban a su alrededor cuando tocaba el violín, ambos sabían que podía cerrar su mente y mantener a Orion fuera por tanto tiempo como quisiera sin siquiera sentirse cansada como lo hacía su madre y su padre, y ella sabía muy bien que más de una vez había convocado un hechizo de temperatura cuando la mañana era muy fría en el bosque.

Emptiness (Darkness II)Where stories live. Discover now