Capítulo 43

240 33 0
                                    

Sentía furia todo en mi interior se revolvía, estuvimos caminando una hora y media hasta llegar a una casa un poco apartada de un pequeño pueblo.

No podía distinguir bien qué pensaba o que sentía entre todo aquel caos que se había vuelto mi vida en cuestión de un día, todo eran sensaciones sin parar. ¿Donde estaba la Selene donde dijo que no iba a volver a sufrir más? Había desaparecido estaba claro, porque me había vuelto una completa llorona que si no fuese por Eros me hubiera quedado en algún sitio tirada llorando y lamentándome.

A pesar de todos aquellos pensamientos que rondaban por mi cabeza, no podría sentir la rabia que sentía hacia Culebra, pero su corazón no podía sentir rabia por Jasón, con él, aunque fue en pequeños instantes sentí que podía ser libre, me sentía capaz de cualquier cosa.

Cuando paro Eros para abrir la puerta de aquella casa, me dedique a comentar la casa que parecía más grande por dentro que por afuera, estaba bien decorada.

-¿Te gusta? - me dijo dejando las cosas en un sillón.

-No está mal, ¿estás seguro que aquí no nos encontrara? - abrió la nevera que estaba vacía.

-Segurísimo, hacía mucho que no venía aquí, me toca ir a comprar – me senté en una de las sillas apoyando los codos en la mesa.

-¿Quieres que te acompañe? - apetecerme no me apetecía, pero no quería hacer ese feo.

-No, no hace falta quédate aquí se te nota que estas cansada y luego te enseñare a pelear – mire mi teléfono asintiendo para que viese que le había escuchado, tenía un mensaje de Maica rápido marque su número esperando a que contestara, al parecer ella se había enterado por Brayan.

-Oh dios mío Selene – Maica estaba llorando.

-Hola – otra vez apunto de llorar cuando odiaba esta sensación.

-¿Qué paso? - dijo un poco más alto por culpa de su sofoco.

-Le mataron Maica, le mataron como a mi padre – Eros había salido así que estaba sola, llorando de nuevo a través del teléfono.

-No me lo creo aun – me dijo.

-Ni yo – recordé la llamada que me hizo Jasón el primer día para saber dónde andaba, parecía que había pasado más tiempo.

-¿Tu estas bien? - cogí un pañuelo de mi bolsillo secando las lágrimas.

-Maica no te puedo decir mucho solo te pido que no cuentes nada de esto a mi madre por si te llama por lo que sea, estoy bien, pero tengo que esconderme ya se quien mato a mi padre y es el mismo que mato a Jasón, en cuanto tenga una oportunidad te lo explicare todo ¿me entiendes? - ella jadeo ahogando sus lágrimas.

-Está bien, cuídate por favor, no quiero perderte – sonreí un poco, aun después de nuestros pequeños roces la quería demasiado, nos despedimos y colgué.

Busque una habitación para mí, cuando elegí por una que no era muy grande pero lo suficiente deje la bolsa sacando la ropa y demás para meterla en los cajones, paso un rato cuando ya tenía todo ordenado, decidí dar una vuelta por la casa para ver lo que había descubrí una habitación que estaba cerrada con llave pero la intriga de saber lo que había me pudo, así que cogí una pinza de pelo que tenía y sin más la abrí, la puerta al abrirse me dejo atónita un montón de armas y todo tipo estaban colgadas en la pared, además de cosas para entrenar como un saco y demás, pegue un brinco cuando sentí la voz de Eros.

-Te la iba a enseñar, pero no me diste ni tiempo – me di media vuelta viendo como llevaba unas bolsas, cruce mis brazos.

-Lo siento, me pudo más la intriga – asintió.

Un Nuevo ComienzoWhere stories live. Discover now