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CARLA:

Me desperté sobre las 11 a.m y fui al baño a hacer mi rutina diaria. Salí del baño y volví a tumbarme en la cama. Me daba flojera hacer algo y tampoco quería salir de mi cuarto.

Cogí mi teléfono y comencé a mirar mis redes sociales. En eso, alguien llamó a la puerta y seguido Rauw se asomó por ella.

Rauw: ¿se puede?

Yo: ya estás medio dentro, así que pasa (volví a mirar mi teléfono).

Rauw: ¿cómo estás? Lunay me dijo que anoche no estabas muy bien.

Se sentó en la cama.

Yo: supongo que bien (me encogí de hombros).

Rauw: ¿por qué lo supones? ¿Qué pasa?

Yo: no sé, me siento rara.

Dejé mi teléfono a un lado.

Rauw: ¿en qué sentido?

Yo: es que no lo sé.

Rauw: ¿piensas constantemente en algo que te hace sentir mal?

Yo: no, ese es el problema. Que no pienso en nada que creo que me puede hacer sentir así.

Rauw: qué raro. ¿Hace cuánto no vas al psicólogo?

Yo: hace un mes.

Rauw: ¿no crees que deberías volver?

Yo: sí, ya me lo he cuestionado. Creo que iré hoy.

Rauw: ¿quieres que te acompañe?

Yo: no hace falta, pero gracias por ofrecerte.

Rauw: no es nada. Si necesitas cualquier cosa puedes contar conmigo.

Yo: lo sé, muchas gracias.

Rauw: bueno, dicho esto, ¿vienes a desayunar?

Yo: no, no tengo hambre. Pero gracias.

Rauw: ¿cómo que no? Venga, arriba.

Yo: de verdad que no tengo hambre.

Rauw: tienes que comer algo, vamos.

Sabía que no iba a parar hasta conseguirlo, y yo no tenía ganas de discutir, así que acepté para que me dejara en paz. Me levanté de la cama con mala gana y lo seguí a la cocina, donde nos encontramos a Caleb.

Ellos dos comenzaron a hablar entre ellos mientras servían los platos, así que me senté en la silla a esperar a que me acercaran un plato. Me crucé de brazos sobre la mesa y dejé caer mi cabeza sobre mis brazos, observando a los chicos.

Dejaron los platos sobre la mesa y comenzaron a desayunar. Sabía que si Rauw me veía sin comer me daría la chapa y no estaba puesta pa eso ahora mismo, así que me senté con la espalda recta y comencé a desayunar, a pesar de que no me apetecía en lo absoluto.

Comí un poco y al rato me llené. Dejé el plato medio lleno y me levanté de la silla, cogiendo el plato en la mano.

Yo: yo ya estoy, que os aproveche (dejé el plato sobre la encimera).

Rauw: pero si no has comido nada.

Yo: es que es muy temprano, y ya sabes que no como mucho a estas horas (mentí y me escaqueé tan rápido como pude).

Ojalá siempreWhere stories live. Discover now