¿Cambiamos? Kookmin/Vmin

♡︎Cinco.

Jimmy llego a su casa a las 6 de la tarde, todo el día se la pasó pensando en encontrar algo decente que ponerse para la fiesta, algo que no fuera muy Jimin pero tampoco muy el.
La llave se deslizó en la puerta metálica, abriéndola inundando los pequeños ojos de Jimmy de obscuridad.

—Jimin, ¿llegaste?—grito sin recibir repuesta.

Cuando comenzó el día estaba casi seguro que su gemelo sería su primero en llegar a casa, pero su sorpresa fue grande cuando se percató que este no había llegado, solía siempre llegar más temprano que el. Una sonrisa se formó en sus labios, seguramente le estaba yendo bien con Taehyung..así que por el estaba bien que llegara tarde.

Subió al segundo piso dirigiéndose a la habitación de su hermano, cuando entró el color rosado y los peluches lo abrumaron enseguida, si no supiera que era la habitación de su gemelo juraría que esta pertenecía a la de una niña pequeña. Se acercó al pequeño closed rosado adornado con pequeñas estampas de colores, al abrir la puerta de topo con todo tipo de ropa pastel, pero predominando siempre el rosado y el blanco. Busco entre tanta ropa algo que no estuviera tan aniñado, pero tampoco algo muy fuera de eso, algo decente para una fiesta básicamente.
Se encontró con una pequeña sudadera corta color rosa y amarilla, sonrió, quedaba perfecta con unos shorts negros que tenía, y con los converse adornados de cuentas que pertenecían a Jimin claramente.

Sonrió cuando tuvo una imagen mental de como se vería, estaba más que listo para disfrutar la noche.

Jungkook abrazaba cariñosamente el delgado cuerpo de Jimmy, el pelinegro lo había recogido en el edificio de enfrente donde se supone que vivía, aún que eso claramente era una farsa. Sus ojos cafés se iluminaron al instante, Jimmy podía jurar que nunca había visto una devoción tan grande, sus ojos expresaban todo tipo de sensaciones y emociones, era fantástico.

El azabache parecía no querer soltarlo a pesar de que se hallaban en la fiesta, Jimmy no era muy cariñoso, en realidad tampoco Taehyung lo era, así que el está bien con ello. Pero sentir cosas nuevas como la que estaba sintiendo era, desconcertante, sus ojos viajaban a los brazos tatuados que lo abrazaban, y su pequeña y redonda nariz sentía el delicioso aroma varonil que este desprendía.

—Vamos kookie, tenemos que divertirnos.

—Tienes razón amor, es que hoy, te ves diferente.—lo acaricio dulcemente.

—¿Si?

—Te vez más lindo de lo normal.

Jimmy sintió su corazón vibrar, ese alago era para el, no para Jimin, ese alago era suyo.
Sus labios se estamparon con los del azabache, quería disfrutar el momento, sintiendo por un momento que esa vida, le pertenecía solo por un rato, un fugaz momento.

3:00 Am.

La música, el olor a marihuana y alcohol le estaban jugando un mal rato a Jimmy, Jungkook estaba en la cocina buscando un vaso de agua y alguna fruta que le quitara las náuseas a su novio. Del otro lado Jimmy se levantó buscándolo, chocando accidentalmente con un chico de cabellos morados.

—Fíjate, rarito park.

Jimmy volteo rápidamente.—¿Como me dijiste?

El pelimorado y su grupo lo miraron atentamente.—El rarito si sabe hablar.—rieron.

Jimmy sintió su sangre hervir, ¿eso le decían a su hermano? Raro. Esa palabra la tenía plasmada en su mente, cuando eran pequeños había defendido incontables veces a Jimin de cretinos como ellos, recuerda hacer a su hermano tras de él, y pelear con los chicos que lo molestaban. Ambos eran gemelos, pero para Jimmy, Jimin siempre fue su pequeño hermanito, el más lindo y bonito. El siempre sintió la necesidad de cuidarlo y claro, Jimin nunca le dijo que en la escuela lo trataban así, el pensaba que si, su hermano era tímido y no tan sociable, pero jamás que vivía algo malo.

—Repítelo.—Lo reto.

Los demás rieron aún más fuerte, ¿como era posible que el idiota de Jimin los retará de tal forma?.—Rarito.

Jimmy no lo pensó dos veces cuando estampó su puño en la quijada del pelimorado. La gente de la fiesta comenzó a acercarse a ellos, gritando y riendo, actuando como niños viendo peleas afuera del instituto.
Jungkook corrió cuando miró el cabello de su novio entre la bola de gente, al acercarse miro algo que nunca se imagino.

Jimin tenía agarrado del cuello a Jenchen, el cual estaba sangrando de la nariz, embarrando los nudillos del rubio del líquido, pero a pesar de eso Jimin no paraba. JungKook se abalanzó sobre su novio para quitarlo desesperadamente, sus fornidos brazos jalaron a Jimin con todas sus fuerzas.

—Suéltame maldita sea, lo voy a matar.—grito.

—Joder, Jimin, tranquilo.

Jimin, Jimin, Jimin.
Comenzó a rondar por su cabeza, ¿que le pasaba? El debía de actuar como Jimin, se regaño mentalmente, dejándose llevar por los brazos tatuados que lo llevaban afuera de la fiesta.

—L-lo lamentó kookie, y-yo no se que me pasó.—sollozo.

El azabache lo bajo de sus brazos, sujetándolo de la cintura lo atrajo a él, abrazándolo cariñosamente.—Amor, no te preocupes, se que estabas cansado, perdón por no defenderte antes.

—Está bien t-tú no sabías.—hipo.

—Aún asi, debí de darme cuenta, de ahora en adelante te pondré más atención cielo, te amo.

Los besitos de Jungkook empezaron a esparcirse en toda su cara, Jimmy río por las cosquillas que sus labios causaban en algunas zonas de su cara, sonrió ampliamente mirando al pelinegro.

—Te amo también Jungkook.

Uyyy ¿como están?
¿Por Jimin no llego temprano?
¿Que opinan de Jimmy?

Jimmy and Jimin.