Capítulo 10.

182 23 18
                                    

Habían regresado al hotel, todo el camino de vuelta fueron risas, pequeños empujones, y charlas triviales. Se encontraban en el ascensor en ese momento, las habitaciones de ambos radicaban en el mismo piso, sin embargo ambas se encontraban lateralmente de forma opuesta, la de Harry estaba en el extremo derecho y la de Louis en el extremo izquierdo.

El ascensor se abrió indicando que ya debían salir de él, salieron a paso lento, se quedaron mirándose frente a frente, ninguno quería despedirse, no deseaban separarse uno del otro, pero tampoco se les ocurría ninguna excusa para permanecer unidos. Louis decidió romper el silencio.—Gracias por acompañarme Harry, fue muy amena tu presencia.

—Gracias a ti, me divertí mucho.

Louis quería retenerlo, anhelaba con vehemencia estar con él, sentía que el sólo pensar en quedarse sin su compañía luego de haber compartido horas tan agradables no era factible.
Sin embargo ¿qué excusa tenía?
Ninguna, no podía decirle "no quiero que me dejes, te necesito" eso era estúpido en demasía. En ese momento estaba maldiciendo internamente el no ser lo suficientemente creativo como para inventar algo convincente.

—Buenas noches, Lou.— rayos, Harry ya se estaba despidiendo, y le acababa de decir "Lou" por segunda vez, ese diminutivo viniendo de otra persona le hubiese irritado como nunca, pero cuando lo decía Harry... sonaba tan bien  ese pseudónimo cuando provenía de las fauces de Harry, su Harry, quisiera que lo llamara así siempre.

No le quedó más que despedirse también, aunque para nada quería hacerlo. Se hallaba tan desesperado.—Buenas noches.— intentó que la disforia no se notara en su voz.

Se dió media vuelta y se dirigió a su habitación, cada paso que daba para alejarse de Harry lo lastimaba, era como  autolesionarse; le dolía el pecho, como si Harry fuese necesario para que pudiera respirar, todo lo que sentía se le hacía tan patético, parecía un adolescente hormonal descubriendo su primera atracción hacia alguien, pero no podía controlar lo que sentía.

Entró en su habitación, se arrojó a la cama, deseando frenar todo ese ímpetu  que lo quería expulsar fuera de su habitación directo a la de Harry. Ridículo, puesto que ni siquiera sabía su número de habitación.

No soportó todo lo que sentía, las ganas incontrolables de tenerlo cerca lo tenían cegado por completo, cada vez era más insoportable la sensación, se incrementaba el deseo cada segundo que pasaba, se levantó y volvió a salir de la habitación, no sabía cómo lo iba a hacer, pero tenía que encontrar a Harry, y si tenía que tocar 200 puertas, lo haría.

                                ~•~•~

Estaba tan decepcionado de que la noche aparentemente tendría su ocaso de esa manera. Volvió a su habitación decaído. ¿Qué esperaba? No lo sabía con certeza, pero que Louis se haya ido sin más lo dejó en un estado de desconcierto inefable. Se encontraba sorprendentemente abrumado, quizá sabía la razón, pero no quería aceptarla.

Algo le decía "sal en busca de él, tienes ganas de tenerlo contigo aunque te lo niegues" "¿de qué te sirve martirizarte intentando evitar sentir algo tan único como lo que sientes?" "no es malo sentirse como te sientes, Harry" "Louis te gusta, admítelo y deja de lastimarte reteniendo todo, no puedes controlar lo que sientes, y hay una probabilidad de que tu devoción sea correspondida" "¿qué pierdes diciéndole lo que sientes?".

Pegó su rostro contra la almohada, y gritó, tratando que apagar esa estúpida y veraz voz de su cabeza. No podía luchar consigo mismo, ¿verdad?

Decidido se levantó de la cama, y partió hacia el pasillo, no se quería quedar con la duda de lo que pasaría si se atreviese a ser sincero con él mismo y con Louis.

Peripecias grávidas. (L.S.)Where stories live. Discover now