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Jasung y tú eran una linda pareja, simples jóvenes enamorados el uno del otro.
Fuiste una gran ayuda para Jasung y eras la persona más importante en su vida.
Como se mencionó, eran jóvenes, como tales, también llegaron a tener encuentros más allá de besos y caricias.
Ambos se amaban y estaban seguros de dar ese siguiente paso. Jamás imaginaron su futuro sin el otro.
Jasung deseaba vivir el resto de su vida a tu lado y viceversa.
Conocían la historia de Hong Daeyoung y Jung Dajung, pues Shiah como tu amiga te contó de ello.
El caso fue que... no imaginaron que les ocurriría lo mismo.
Y era preocupante porque, apenas tenían dieciocho años como para ser padres, sin embargo, tú fuiste la primera en saberlo por supuesto.
Y pensabas si decirle a Jasung o no.
No estaba entre tus opciones abortar, simplemente no querías y punto. Sabías lo que conllevaba cuidar a un bebé, si que lo sabías bien, pero era tu decisión y ya.
¿Terminar con Jasung para no arruinar su futuro podía ser lo mejor? Estabas nerviosa.
Si su reacción era negativa, estaba bien, lo dejarías y te harías cargo tu sola. Si era positiva...
Sin duda estarías feliz aunque, ¿sus padres aceptarían eso?
Tus padres iban a matarte, era más que seguro. Y no se diga del señor Goo.
Jasung estaría en más problemas.
Estuviste durante toda una semana debatiendo en qué decisión tomar, pero Jasung no era un tonto, sabía que algo ocultabas y no dudó en preguntar.
Era viernes por la tarde y luego de que Jasung haya entrenado un poco, fue a verte a casa. Te tomó por sorpresa pero aceptaste salir a dar una caminata mientras la puesta de sol estaba llegando.
Lucías nerviosa e indecisa.
—¿Te pasa algo, linda? —cuestionó Jasung viéndote con preocupación.
Por un momento, en su mente pasó la idea de que tal vez querías terminar con él, así que estaba ansioso.
—Uhm, no. Nada. —titubeaste un poco y evitaste verle a los ojos.
Puede que no decirle sea mejor, ¿o no? Claro que no, él también debía saber y así juntos tomar una decisión. O algo.
—Has estado así desde hace días, ¿en verdad no pasa nada? —te hizo detener y se colocó enfrente de ti. —Me estás ocultando algo y lo sé. —habló serio.
