Blurry through the clouds (11:11)

Capítulo 15

Allen se quedó a dormir; en lo que quedaba del día de ayer nos la pasamos haciendo cualquier tontería.
Cof, cof, como es costumbre, cof.

Ahora vamos en camino a nuestra segunda casa, una casa vacacional en la orilla de la playa, es maravilloso...

Mentira, vamos al instituto. Poquito más y me quedo a dormir ahí.

Suspiro mientras me acomodo mejor en el asiento, me volteo quedando con mi cara hacia la izquierda.

Me quedo mirando a Allen en silencio.

Es lindo.

Me gusta mucho como su cabello hermosamente negro, resalta sobre su tez tan blanca.

No sé cuantas veces lo he pensando, deben de ser muchas.
Tal vez sería millonario por cada vez que lo hago.

Pero creo que nunca se lo he dicho.
No sería buena idea hacerlo, su ego saldría volando por los cielos. Suficiente con el que tiene.

-¿Tanto te gusta la vista?

-Hm, podría ser mejor- finjo desinterés mientras miro mis uñas.

-¿Quieres una más sorprendente?- pregunta conduciendo tranquilamente sin voltear a verme. Asiento repetidas veces sabiendo que no me ve, o tal vez pudo de reojo.

Me da una rápida mirada levantando las cejas, lo miro confundido y él mira para abajo, para luego fijar su vista nuevamente a la carretera.

Abajo, abajo, ¿por qué mira abajo? Abajo solo están sus piernas y... ah.

Por dios, puede llegar a ser muy obsceno.

-No juegues con esas cosas, luego nos atrapan y quien sale más humillado soy yo.

-¿De qué hablas? Mi celular está en mi bolsillo, tomé unas fotos muy buenas el otro día- voltea a verme y sonríe.

Ave María purísima, ¿el sucio soy yo?

Diosito, por favor no escuches mis pensamientos. Ya sabes que me da vergüenza.

Y de paso me disculpo Padre, pero no vuelvo a ir a confesarme.

Esa cosa es el peor diario de la vida, en lugar de digerir todas mis palabras, me pone a arrepentirme por lo que hago o pienso y para rematar me pone a rezar.

Bueno, hace mucho que no piso una iglesia, anyways...

¿Qué estaba pensando antes? Lo olvidé, agh, también olvidé una tarea, pero tampoco recuerdo cuál.
Tendré que revisar todas mis libretas ya que lleguemos.

-Tengo que hacer una tarea- menciono de la nada.

-¿Cuál tarea?

-La verdad no tengo idea- digo acomodandome correctamente en mi lugar- ríe.

-¿Quieres que te ayude?

-Claro- digo sonriente. Por algún motivo siento que le gusta ayudarme, y a mí me gusta que lo haga.

No es como si no pudiera hacer nada, pero a veces solo hago como que no puedo para que me ayude.