Luke y Allen, dos chicos que son amigos desde preescolar gracias a un cómico accidente.
Todos tienen que crecer, ¿pero sus sentimientos los llevarán a hacer lo correcto para ellos?
No pueden vivir sin el otro, es tanto su amor que se ayudarían en l...
Al llegar al instituto tuvimos que separarnos, ya que tomamos unas clases diferentes. Al menos tendré compañía, Lilith va en mi clase.
Esta es una de mis clases favoritas, pocas. Supongo que mis favoritos tienen que ver con la literatura, oh, y la clase de ecología y medio ambiente; ese maestro es el mejor y se que soy su favorito.
Entro al salón y veo a Lilith en la última fila, recostado sobre la paleta de su lugar.
Me acerco lentamente, estoy tratando de decidir si dejarlo dormir o asustarlo... supongo que lo dejaré por ahora, más tarde lo molestaré.
Me siento frente a él y saco mi cuaderno de cálculo, no terminé esa tarea, así que tengo tiempo.
No soy muy bueno en esta materia, pero trato. Tal vez en la siguiente clase le pida a Allen que me explique, si me da flojera mejor le copio.
Creí haber anotado la fórmula por aquí, hasta la había subrayado con mi plumón más fosforescente.
—Boo- dice suave y lentamente cerca de mi oído mientras toca mi hombro. Brinco del susto, su voz al despertar me da escalofríos.
Comienza a reír, su risa no es la típica resonante, es una más bien calmada. Es relajante.
—Creí que estabas dormido.
—Lo estaba— dice acomodando su cabello, instintivamente miro a esa dirección — Ya estaba despierto cuando llegaste, así que te sentí — Asiento dándole a entender que comprendía — ¿Qué tratabas de hacer?
—¿Qué?— levanta una ceja levemente —Oh, no es nada. Solo pasaba — río y solo asiente suspirando mientras cierra los ojos.
—¿Qué es eso?
—¿Qué cosa? — miro a donde el lo hace — Oh, cálculo. No lo pude terminar.
—¿Quieres que te ayude?
—¿En serio?— asiente — Por favor.
Extiende su mano para que le de el cuaderno, se lo doy.
—No recuerdo cuál fórmula debo de usar aquí y esto no lo comprendo — apunto con mi lápiz uno de los problemas.
—Bien — lo lee y asiente — Esta es la fórmula — dice escribiéndola, tiene una linda caligrafía —¿Sabes cómo hacerlo? —asiento rápidamente — Si tienes problemas, dime. Cuando lo termines te explicaré el otro.
—Si, gracias— le sonrió y me volteo.
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—Luke
—¿si? — miro a Lilith, quien está parado a un lado mío.
—¿Quieres salir?
—Oh, si. De paso buscamos a Allen — me levanto y me mira.
