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I am a God

 

17 de Octubre de 2014

James los días antes a este, se despertó calmado, se tomaba un café sentado en la escalera que había hacia la pieza, que era más una casa modelo, o una pieza, no había separaciones ni nada.

Luego, lavaba su taza y se sentaba a ver televisión, salía a comprar algunas cosas e interactuaba con algunas personas. Hacia todo eso mientras Felicia se convencía de que había matado a seis persona e inculpado a un “inocente”. La alimentaba, le daba sopa, pan, café y agua, cuando ella se lo pedía. A veces la soltaba, cuando era mucho la desesperación, pero cuando James notaba que volvía a estar cuerda y sabia que él había matado a esas personas. La volvía a amarrar y le susurraba al oído: “No importa cuántas veces quieras cambiar la realidad, porque al fin y al cabo tu los mataste a todos” y Felicia volvía a dudar de si misma.

Se bañaban juntos, aunque James haya actuado, en la situación de querer algo con ella cuando le puso el cuchillo en la garganta. Aun no le parecía atractiva. Felicia había bajado de peso, los huesos de sus costillas comenzaron  aparecer. Sus mejillas también se estaban hundiendo y había unas ojeras enormes en sus ojos. Su voz era ronca y hablaba despacio.

No le parecía atractiva, aunque cada vez pensara en ella como objeto sexual, recordaba a Violeta y se le pasaba todo.

Hoy, James había escuchado muchas sirenas de policías, le pareció extraño, pero también le pareció extraño que alguien lo hubiera comparado con el James reconocible. Fue por eso, que se hizo un corte en la cara y no salió por un día y medio a la calle. Fue lo más extremo que ha hecho para no parecerse a él.

También vio a unos policías pasearse por la pieza donde estaban, así que entró  la pieza y apagó las luces, mejor dicho, cerró las cortinas y la pieza quedo relativamente oscura.

Espero a que la gente entrara, pero antes puso a Felicia en una silla y la escondió en el baño, para que pensaran que estuviera solo. Espero, por más de dos horas y nada pasaba, junto un par de cuchillos, y algo de tenedores, debía trabajar con lo que tenia. Se le antojó algo de música y prendió una radio que había en la pieza. Busco en las señales y encontró una que daba solo música en ingles.

Siguió esperando, hasta que escuchó una ventana abrirse, se escondió en una pared, pero mejor dicho, se había mimetizado con la pared… observó y era un policía.

La música sonaba y la canción actual iba a terminar, cuando lo hizo, inmediatamente sonó otra canción: “I am a God, de Kanye West”. El policía hizo ahínco de apagar la música pero James se puso detrás y le cortó el cuello. Mas policías iban entrando y con uno peleo hasta que le pudo enterrar un tenedor en el ojo y luego en la sien, el tenedor se doblo de tanta fuerza que hizo.

Se puso en la puerta del baño y vio que entraron dos policías por la puerta principal, lo bueno es que no quedó abierta y se cerró sola. Espero, sigilosamente y primero cayó dando un pequeño grito, fue allí donde una bala llegó al brazo de James. Y el chico se tiró al suelo.

El policía se dispuso a mirar si el chico estaba tirado, y James intentó algo que podía y no dar resultados. Lanzó un cuchillo. De suerte llego a la garganta del segundo policía.

La música seguía sonando:

“I am a God 
I am a God 

AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!! 
AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!! 
AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!! 

I just talked to Jesus 
He said, "What up Yeezus?" 
I said, "Shit I'm chilling”

James fue a sacar el cuchillo del cuello del policía y este lo agarro de la nuca, aun estaba vivo. Lo manchó con sangre en su cara mientras le escupía, mientras trataba de atraer el cuerpo del chico al suyo. James sujeto con más fuerza el cuchillo e hizo un corte profundo y con ganas. Cuando sacó el cuchillo del policía, la cabeza de este se fue hacia atrás y se le vio la manzana de Adán rota y también se vio su garganta llenándose de sangre.

“I am a God 
I am a God 
I am a God 

AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!! 
AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!! 
AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!! 
AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!!”

Y la canción había terminado pero antes hubo un silencio, y la canción volvió a sonar, llegó una bala cerca de donde estaba James y el policía que había entrado, era el policía encargado del caso. Camilo Gálvez.

—¡Detente! —dijo el policía mientras lo apuntaba con su arma.

—¿Por qué? —le preguntó James —¿Por qué tu lo dices?

—Porque si no lo haces, te mataré ahora —le dijo Camilo.

—Si debo morir por defender mis ideales —le decía James —, lo haré.

Y Camilo apretó el gatillo, pero nada salió de la pistola. Solo fue el sonido, y aunque James haya cerrado los ojos, los volvió a abrir al momento en que no sintió nada, cuando lo hizo, vio que Camilo se le iba a lanzar encima y James tratando de esquivarlo, logró el cometido y también, con un pequeño empujón, logró noquearlo.

Lo sentó en una silla y lo despertó, con agua fría. La música ya se había detenido y James temía que más policías se acercaran y lo mataran.

—¿Sabes que pasara ahora? —le preguntó James, al momento en que Camilo reaccionó al agua fría.

—Si debo morir por mis ideales —decía Camilo —, que así sea.

—El sonido del disparo no dolió, en comparación a lo que dolo imaginármelos —dijo James —, fue algo así.

James le tapó la boca y le enterró el cuchillo en la pierna, luego cera de la costilla y finalmente hizo un corte en su frente.

—Arde, ¿cierto? —le preguntó James —Así me sentí cuando los imagine y recibí una bala por parte de unos de tus amiguitos.

De los ojos de Camilo, corrían lágrimas, de pena, porque no volvería a ver a sus hijos, porque no besaría más a su esposa. Porque ya no viviría para contarlo. James, eso no lo sabía y no lo quería saber tampoco, pero asumió que Camilo podría estar en una relación seria, e incluso casado.

Aun así, no fue razón para evitar que James le enterrar el cuchillo más grande que tenia, en el lugar donde se ubica el corazón.

—No lograras nada —fueron las últimas palabras de Camilo.

—Ya he logrado mucho —dijo James.

Vengeance©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora