34 | cayendo de nuevo.

9.5K 1.2K 2.4K
                                    

tw: angustia.

Narra Ymir:

Ingreso a la farmacia después de unos minutos de andar por las calles. Comienzo a pensar que venir hasta aquí sola no fue buena idea, conociendo a Jean comenzará a preocuparse demás.

Me acerqué hasta la cajera, era una señora mayor, solo esperaba que no dijera nada fuera de lugar. —Buenas noches. —saludé.

—Buenas noches ¿En qué te ayudo? —dijo neutra.

—Una prueba de embarazo, por favor. —dije finalmente. Sentía las miradas de algunas personas ahí, no eran fijas, solo ocasionales.

—¿Cuántos años tienes? —la señora en frente frunció el ceño.

—Soy mayor de edad. —respondí haciendo una mueca, tampoco creo que vendérmela sea tan difícil.

—¿Vives cerca de aquí? —me preguntó sin moverse del lugar.

—No señora. —respondí tratando de no perder la paciencia. —Disculpe ¿Me lo va a vender o no? —quise saber, puedo irme a cualquier otro lado.

—Si, esta bien. —me dio una mirada un poco rara, ni yo sabría bien que interpretar.

Seguía sintiendo las miradas de algunas personas de ahí pero sinceramente estaba muy cansada como para darle importancia, no tengo porque aclarar para quien era la prueba, vine hasta aquí por mi amiga.

Estaba segura que le daría miedo venir aquí sola, no sé en que se metió con Eren, pero ahora solo quiero ayudarla, no quiero que le pase nada malo.

—Diez dólares. —la señora regresó y puso una pequeña caja encima de la mesa.

—¿Tiene otras marcas más? —revisé la parte de atrás de la caja. Agh no entendía nada, debí traer a Jean.

—Si ¿De cuáles quieres? 

—La más cara. —respondí soltando la caja chica, un día leí que las más costosas son más efectivas, ella lo necesita ahora.

La que me atendía fue a buscar lo que le había pedido.

Entonces se escuchó un ligero sonido de que alguien entró al lugar.

Le presté más atención en contar lo que necesitaba para pagar por unos instantes. No miento, muero de sueño en estos momentos.

—¿Ymir? —se escuchó una voz reconocible a mis espaldas.

Su voz era como extrañada, y al mismo tiempo suave, por obvias razones no tenía ganas de verme, como yo a ella. Volteo y me encuentro con el rostro de Historia.

—Hola. —respondo bajito juntando los labios después, otra situación más.

—¿Te sientes bien? —me preguntó.

—Si, solo necesitaba algo. —trato de no decir mucho pero siento sus pasos acercándose a la misma caja al costado mío.

Justo en ese instante la encargada llega con lo que le pedí.

—Listo, son dieciocho con treinta. —me dice. Pone la prueba sobre la mesa y sacó todo el dinero que tengo, tampoco es que traiga tanto, total iba a ser todo rápido.

La mirada de Historia está en mi.

—No es para mí. —salió de mis labios, no sé porque hice eso, me arrepentí a los segundos.

—Faltan veinte centavos, me has dado dieciocho con diez. —dijo de repente. Busqué en mis bolsillos bien y entre mis dedos no sentía nada de dinero, mierda. —¿Lo tienes? —me preguntó.

enemies? | eren jaeger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora