Capítulo 4

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Llevo a los gemelos conmigo mientras realizo las compras, es un poco complicado, ellos corren por todos lados y no quiero que hagan un desorden, además de que entrar todo tipo de cosas en la parte baja del carrito de compras solo porque les llamen la atención.

Llegamos al pasillo de los cereales y veo como sus ojos se agrandan mirando todos los colores de la caja, es como si hubieran entrado a otro universo, tomo tres cajas diferentes de cereales.

—¿Quieren esta? — pregunto mostrándole una caja grande.

Ambos niegas, así que les muestro otra con el diseño más colorido y con muchos dibujitos animados, con esa caja si enloquece y asiente mientras ríen, de todas formas llevo ambas cajas.

Continuo con los siguiente de la lista, son los vegetales, caminamos hasta el pasillo, repiten la acción de los pasillos anterior y comienzan a pasarme cosas que no necesito o simplemente las ponen en el carrito.

Después de una larga e interminable hora termino de conseguir todo lo de la lista y agradezco al cielo haber terminado, si ellos siguen más tiempo aquí estoy segura que romperán algo, al llegar a la caja registradora, Jake ve unos dulces, se que los quiere así que los compro. Veo como los ojos se le iluminan haciéndolo un poco gracioso. Pagamos todo de inmediato, la caja registradora en la que estábamos no habían tantas personas.

Unos de los empleados me ayuda a llevar todo lo comprado al coche, le agradezco la ayuda, acomodo a los niños en la parte trasera del coche y me dispongo a conducir, en el trayecto a la casa todo es muy tranquilo, no solo en el auto sino la ciudad también.

Es una tarde un poco calurosa así que no hay muchas personas caminando o corriendo, es el tipo de tranquilidad que pocas veces vez en esta ciudad, hay mucho transito eso siempre.

Llegamos a la casa, bajo a los niños para luego bajar todas bolsas con compras, Rosa no esta trabajando, tuvo una emergencia familiar, no pudo explicar bien lo que sucede pero no podrá estar en unos días, eso me complica muchas cosas pero le daré todo el tiempo que necesite para resolver sus problemas.

Llevo todas las bolsas hasta la cocina y me dispongo a ordenar todo mientras los gemelos juegan en la casa, no me preocupa, esta totalmente arreglada para que no se puedan hacer daño, no hay nada cortopunzante a su alcance.

Entro cada cosa en su lugar.

Quien pensaría que alocada Daniela estaría como una señora ordenado todo meticulosamente.

Me preparo un plato de confle con leche y les preparo fruta cortada en pedazos pequeños a los niños, hoy en la noche vamos a ir a la casa de Heather, siempre hacemos cenas juntas, aunque sea dos o tres veces al mes, la semana pasada fue aquí en mi casa.

Llevo conmigo los tres platos para darles los suyos a los niños, ellos deberían estar en el cuarto de juego pero no están ahí.

Camino por la casa buscando un lugar donde se pudieran haber escondido los pequeños traviesos, entro en mi habitación que es uno de los pocos lugar que no he buscado, están viendo televisión en mi cama.

—Que les dije sobre ver televisión en mi cuarto— digo llamando su atención.

Tal vez parezca que los trato como adultos, pero ellos saben mucho, así que se que pueden comprender algunas cosas, ambos me miran, lucen tan adorables juntos, saben que no puedo resistir esa hermosa carita de ellos. No creo que alguien pueda resistirse a ellos y lo adorable que son.

—Vamos— los llamo.

Por ninguna razón ellos van a comer sobre mi cama, terminaran ensuciándola toda. Caminamos hasta la sala y prendo el televisor, nos sentamos los tres a ver televisión mientras comemos algo en lo que cae la noche.

ATRACCIÓN INESPERADA {Libro III} ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora